Alacrón mete hoy la pinza para glosar el viejo tópico de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio:
¿Fulano? Demasiado introvertido.
¿Mengano? Un plasta que habla por los codos.
¿Perengano? El mayor de los beodos.
¿Zutano? Ese no bebe: es un cohibido.
¿El alto? Un calavera, un mal marido.
¿El bajo? Un calzonazos con apodos.
¿El gordo? Tan zoquete como todos.
¿El flaco? ¡Se lo tiene más creído…!
¿Quién hay, Señor del Cielo, que se libre
de vicio, tacha, mácula o defecto,
sean de mayor o de menor calibre?
No encuentro un temple totalmente recto
ni existe amigo de lunares libre,
ninguno, salvo yo, que soy perfecto.