martes, 31 de octubre de 2017

Digo lo que pienso

No es lo mismo ser sincero que ser deslenguado. Esa sutil distinción semántica no la entienden algunos que blasonan de sinceridad cuando lo que tienen es una pésima educación y desconsideración hacia el prójimo. Envenena Ponzoñón:

«Yo digo lo que pienso», nos subraya 
doña Qué Chula Soy con narcisismo, 
y suelta a tutiplén cada aforismo 
que al más pintado lo despinta y calla.

Quien no es capaz de mantener a raya 
su lengua, ¿en lo demás no hará lo mismo? 
Y quien equivocó en su catecismo 
las frases ser sincera y ser canalla, 

¿será persona o perro? ¿Ladra o piensa?
En fin, yo pienso que ¡maldita labia 
la que es no a hablar, sino a morder propensa!

Por eso, ¡zape! al que en hablando agravia, 
pues más que herir, dará una alergia intensa; 
más que opinar, nos pegará la rabia.


lunes, 30 de octubre de 2017

Leetrilla

Ponzoñón y Filosón, coaligados para envenenar a todo quisqui con una letrilla cáustica:

Yo un videojuego lo fundo 
en que, al menos en mi caso, 
cuantos más mundos me paso, 
más paso de todo el mundo. 
¡Cómo aprendo! ¡Qué fecundo 
subir al nivel siguiente 
(mientras baja el de mi mente) 
cuando cargo mi bazooka 
y tiro porque me toca!

¿Qué más da si, ante el arrobo 
que me produce la tele, 
de un lote me da un telele, 
del que me quedo bobobo? 
Tanto me engancho y me alobo 
que es faltarme y darme el mono. 
Y en ese caso me entono 
con rayas de telecoca 
y tiro porque me toca.


Me hinco grapas en el pie, 
en el pezón o en el nabo 
y enseguidita lo grabo 
y lo cuelgo en Interné.
Hago el ganso, ya lo sé, 
y como quienes lo saben, 
por más grapas que se claven,
no me ganan a más oca, 
yo tiro porque me toca.

Disuelve fronteras tanto 
el idioma del alcohol 
que hay quien bebe en español 
y vomita en esperanto. 
Por eso nunca me achanto 
si, ante mi gran borrachera, 
todo güisqui va y se entera 
del placer que me provodka, 
el tirar porque me todka.

La partida ha terminado, 
y si del tiempo que ha huido 
no aprovecho ya el perdido, 
tampoco tiraré el dado; 
que este mundo desquiciado 
a quien busqué las cosquillas 
me sacó de las casillas 
de mi juego de la oca 
y tira porque le toca.



sábado, 28 de octubre de 2017

Día festivo: un poema de Quevedo

Decía mi padre, ante los aspavientos que hacíamos al hallar un gusano en una castaña y los remilgos que hacíamos al comernos otra, que no temiéramos comernos el gusano, porque el gusano, que solo se alimenta de castaña, sabe a castaña quintaesenciada, a lo mejor del fruto. Ahora me doy cuenta de que pensaba como Quevedo cuando, en los tragos de vino, toleraba a los mosquitos difuntos en el generoso caldo:

Tudescos Moscos de los sorbos finos, 
Caspa de las azumbres más sabrosas, 
Que porque el fuego tiene mariposas, 
Queréis que el mosto tenga marivinos.

Aves luquetes, átomos mezquinos, 
Motas borrachas, pájaras vinosas, 
Pelusas de los vinos envidiosas, 
Abejas de la miel de los tocinos,

Liendres de la vendimia, yo os admito 
En mi gaznate pues tenéis por soga 
Al nieto de la vid, licor bendito.

Tomá en el trazo hacia mi nuez la boga, 
Que bebiéndoos a todos, me desquito 
Del vino que bebisteis y os ahoga.


viernes, 27 de octubre de 2017

Contrastes

Alacráneo nos pinza con su crudeza:

Murió su padre y el dolor fue largo, 
sincero; pero al conocer la herencia, 
el gozo quitó el sitio a la dolencia 
sumiendo tanta lágrima en letargo.

Esta misma alegría, sin embargo, 
le dio remordimiento de conciencia. 
¿Pues en qué alma cabría, en qué existencia 
sentir un sinsabor tan poco amargo?

No te atormentes, hombre. Sé que duele 
ver tan vecina al malestar la fiesta. 
El alma a veces es como un pelele: 

la llevan y la traen. ¡Qué vida esta!
¡Que exista una tristeza que consuele 

junto a un tibio placer que nos molesta! 

jueves, 26 de octubre de 2017

Romancero posmoderno

Alacrón acude a las fuentes romanceras viejas para iniciar un corpus posmoderno de romances:

Aburrido estaba el mozo 
y a Internet acude aprisa. 
Chatea que te chatea, 
se topó con una niña.
―Mis cabellos son de oro, 
mis dientes de perlas finas, 
en mi piel cruje la seda 
y en mis ojos nace el día.
―Yo mido metro noventa, 
y el gimnasio es mi guarida; 
cuando no levanto pesas, 
mancuernas levantaría.
Se citaron en un bar 
que a tabaco rubio olía.
Ella iba de morado 
y él llevaba gorra lila.
Llega uno, llega otra 
y entrecruzaban la vista; 
se buscan y no se buscan,
se miran y no se miran.
Ven las señas que se dieron, 
mas no aciertan con las pintas, 
que Internet hace decir 
alguna que otra mentira. 
―¿Tú eres el metro noventa?
―¿Y tú eres la que decías?
―¿Dónde está tu musculamen?
―¿Dónde están tus perlas finas?
―¿Y qué es esa panza enorme?
―¿Qué son esas espinillas?
Y así hilvanaron preguntas 
con bebidas, las bebidas 
con historias de alma adentro  
y las historias con risas.
Y si daba calorcito 
teclear sobre una silla, 
más sabroso es el calor 
que se encendía en sus risas.



miércoles, 25 de octubre de 2017

Siete palabras al azar

En cierta ocasión, un vate propuso a mis alacranes que compusieran un soneto a partir de siete palabras aleatorias. Dichos vocablos, pronunciados al azar por siete bocas inocentes, resultaron ser los que siguen: piruleta, resistencia, venturoso, ruiseñor, palabra, niebla y venturoso. Esto les salió:

La vida es una dulce piruleta
que lame el tiempo como buen goloso;
se zampa cada sueño venturoso
y siempre quiere más, nunca está a dieta.

Sin que opongamos resistencia o treta,
nos chupa, nos desgasta sin reposo
y vuelve nuestro cuerpo antes lustroso
en niebla al sol, en humo de escopeta.

Del ruiseñor pervive la armonía,
pervive la fragancia de la rosa;
de mí, cuando la tumba se me abra,

habrá una flor sobre mi carne fría,
encima de mi carne habrá una losa,
y encima de mi losa, una palabra.


martes, 24 de octubre de 2017

Profesiones de hoy

Alacrante se cubre de gloria en este repasito a profesiones actuales; está extraído de mi novela Videojugarse la vida:

Con pintor que le echa jeta 
y expone en Louvres y Prados 
excrementos enmarcados 
en metálico o en tarjeta, 
y aun fardando de paleta, 
no deja de ser paleto, 
no me meto.

Con autor que sin ambages 
se granjea nombre y fama 
trillando la misma trama 
con distintos personajes, 
y obtiene, entre otros fichajes, 
un sillón del alfabeto,
no me meto.

Con cantante cuyo cante
cree triunfar como roquero 
sin saber que es el dinero 
quien lleva la voz cantante, 
y si él posa por delante, 
una voz canta en secreto, 
no me meto.

Con actor que, codo a codo 
con el mundo cultural, 
se juzga intelectual 
y cree que enseña a su modo 
porque nos lo enseña todo 
conforme exija el libreto, 
no me meto.

Con cocinero tenido 
por poco menos que artista 
y, halagándonos la vista, 
al par que tacto y oído, 
nos deja ayuno el sentido 
que más importa al coleto, 
no me meto.

Con futbolista simpar 
que, aunque pase un bachecillo, 
si es suplente en el banquillo, 
en el banco es titular, 
y no deja de ganar 
gane o pierda en cada reto, 
no me meto.

Con muchacha bien pagada 
por la prensa carroñera 
porque afirma ser la nuera 
del primo de la cuñada 
de la sexta divorciada 
del sobrino de su nieto, 
no me meto.



lunes, 23 de octubre de 2017

Neptuno

El dios Neptuno reina en los espacio siderales, en opinión de Ponzoñón:

¿Y qué pesca el dios Neptuno
en el siglo Veintiuno
por su océano espacial?
Lo que son Piscis, ni uno,
solo algún inoportuno
satélite artificial.



viernes, 20 de octubre de 2017

Borrón lírico

Pincelada de Candidalgia en un bordón:

Bosque nocturno.
mece el miedo las hojas
y ulula el búho.


jueves, 19 de octubre de 2017

La vida humana

Biografía de todo hijo de vecino, y eso cuando es larga. Es de Filosón:

Primero se nace,
segundo se pace,
más tarde se hace,
y al final, se yace.


miércoles, 18 de octubre de 2017

Chaladura

Este alacrán no sé si es de Candidalgia o de Filosón. Uno y otro son alacranes bien dispares, pero los versos son tan inclasificables que no sé:

Sobre el murmullo del arroyo frío,
ruiseñores cantar, volar jilgueros
vi blandos himnos dedicando a Eros
en la enramada del boscaje umbrío.

Dentro del agua, como juega un crío
cuando su madre lo ha metido en cueros
en la bañera, comencé a romperos,
tenues imágenes del rostro mío.

Y fui feliz con ese chapoteo,
ese reír con material de llanto,
y aunque extrañara o pareciese feo,

seguí, seguí tejiendo el mismo canto
e hice caso siempre a mi deseo:
¡era tan grato suicidarse tanto!




martes, 17 de octubre de 2017

Soneto rabioso

Cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas, dice el refrán. Los alacranes, cuando no tienen nada que hacer, versifican sin ton ni son, como en este aguijón de Chis, el locuaz:

Rémora torpe de cargado barro
que roes mi musa con tu cruel modorra
como una rata o redomada zorra
que roba las ideas de mi tarro.
¡Ay! Cuídate de mí, que si te agarro,
no habrá pereza ruin que te socorra
ni evite que te manden a la porra
las fuerzas de este verso tan bizarro.
Y de esta forma arreglaré mi yerro:
dejando de portarme como un burro
para ser de mi Euterpe el más fiel perro.
A ella he escrito –y también porque me aburro–
este soneto en que mi intento encierro,
aunque realmente me ha salido un churro.


lunes, 16 de octubre de 2017

Ley antitabaco

Mis alacranes sacan de un viejo baúl un aguijón inédito sobre la ley que prohibió el tabaco en lugares públicos, una ley que tuvo efectos muy positivos, pero que en su esencia suponía una intromisión del Estado en la parcela privada de cada hijo de vecino:

¡Oh bondadoso Gobierno
que, contra el viento y las olas,
cuidas con celo paterno
de españoles y españolas!

Como un padre protector
del occidente de Europa,
prohíbes al fumador
fumar tomando una copa.

Y hoy miran con desagrado
las personas implicadas
que ley de tanto calado
venga a prohibir sus caladas.

Rebeldes a tus mandatos,
¡ay, cuántos de ti reniegan
y, como hijos ingratos ,
contra tus leyes alegan

que en esta España de pillos
entre toros y fumones,
hoy prohíben los pitillos
si ayer fueron los pitones.

Y algún vicioso te insulta
diciendo que, bajo cuerda,
te gusta más una multa
que a un moscardón una mierda.

“¿A quién multarás mañana?”,
te espeta el que el humo atrae,
“¿a quien cante una sardana
protegida por la SGAE?

¿Al fondón que no haga pesas
ni corra de sol a sol?
¿Al comedor de hamburguesas
llenas de colesterol?

Si me vas a sancionar,
diré que es muy razonable
que quien prohíbe fumar
es un gobierno infumable”.

¡Aplástalos, Padre Estado,
con tu mano protectora,
y tenga el fumadorado
menos humos desde ahora!

Limpia su cáncer, su sarro,
haz su mal aliento trizas,
y que de cada cigarro
no queden más que cenizas.

El dedo nos chuparemos
sin humos, sin cáncer ya
y diremos como memos:
“¡Qué bien nos cuidas, papá!”.