Fabulita

Ponzoñón nos obsequia hoy con una fábula que ni el buen gusto de Esopo ni el de Samaniego o Iriarte hubieran recopilado para su inmortal ramillete de moralejas:

LA TENIA Y EL EMBRIÓN

Pido primero perdón

antes de pedir la venia

si os provoco indigestión

al contar lo que una tenia

le decía a un embrión:

«No sé por qué padecemos

por parte del anfitrión

pareceres tan extremos

cuando, en fin, los dos comemos

de su misma digestión».

El pobre embrión le dijo:

«Porque el vientre que tú tomas

por hotel es mi cobijo,

y serás por lo que comas

un parásito, no un hijo».

Calló el gusano a la par

que muchos frescos que alegan

que su nombre o su solar

les da derecho a alcanzar

lo que sus obras les niegan.

Palabros

Mis alacranes, amantes de la concisión y la brevedad, odian a muerte los sesquipedalismos, a los que dedicaron un viejo aguijón sonetil. ¿Por qué decir culpabilizar pudiendo decir culpar? ¿Por qué compatibilizar en vez de compaginar? ¿Por qué durabilidad y no duración? ¿Por qué gravitacional en vez de gravitatorio? ¿Por qué negatividad y no pesimismo? ¿Por qué concretizar  y no concretar? ¿Por qué honorabilidad (este palabra les llena la boca a los políticos) y  no honor? ¿Por qué influenciar y no influir? ¿Por qué credibilidad y no crédito? ¿Por qué obligatoriedad y no obligación? ¿Por qué funcionalidad y no función? ¿Por qué contabilizar y no contar? ¡Ah, bueno! Viperino ha encontrado una excepción, el buen sesquipedalismo:

Lo único bueno que le veo al término

retransinstitucionalización

es que, debidamente pronunciado,

es un endecasílabo perfecto.

Inconformismo innato

Nunca se está conforme con lo que se tiene. La prueba nos la aporta Historiador:

En su loca y desatada

despedida de soltero,

pasó toda la velada

escribiéndole a su amada,

y le decía: «Te quiero».

Y en su viaje a tierras griegas

casado con su tesoro,

escribía a sus colegas

y les decía: «Os añoro».

Luna

Tras la luna llena del mes de Nisán, asistimos a una nueva mengua en la blanca lámpara del cielo que Cardialgia resume así:

La luna llena,

llegada ya a su límite,

se pone a dieta.

Sábado de Gloria

Ante el hecho singular del cristianismo, religión fundada por el hijo de un carpintero y extendida por pescadores, Filosón, a quien nadie podrá tachar de tendencioso, nos propone una reflexión. Yo, como sí lo soy, me puedo permitir el lujo de desearos feliz Pascua de Resurrección:

Sin tener que ser cristiano,

es un hecho bien rotundo

que Cristo derrotó a Elcano,

pues fue solo un aldeano

y le dio la vuelta al mundo.

Mortificaciones

Hoy que es Viernes Santo, muchos critican el ayuno y la mortificación cristianas, sin reparar en que otros se procuran mortificaciones de índole no religiosa, pero más incomprensibles y dolorosas:

La disciplina, el cilicio,

que son por Dios, son locura...

Un pendiente en un resquicio 

de piel, que es por hermosura,

¡eso sí que es sacrificio!

Una verdad como un templo

Una de las afirmaciones más sabias y sensatas formuladas por un alacrán:

Soy tan tonto que así, al pronto,

no percibo que soy tonto.

El arte

Aparte de morirte de frío, el arte es para Filoson los siguiente:

El arte es, en puridad,

mejorar la realidad.

La realidad es en parte 

empeoramiento del arte.

¿En cuál está la verdad?

Epitafio de un funcionario

Alacráneo dedica este epitafio al tan vilipendiado gremio de los funcionarios:

Aquí yace un funcionario

con su requiescat in pace.

No hace nada extraordinario,        

nada... Simplemente yace.

SINONIMIA

Una teoría lingüística de Viperino sobre el varón y la mujer:

Como los dos sinónimos

de una palabra,

el hombre y la mujer

así se aman.

Se ven distintos,

pero al verse de cerca,

dicen lo mismo.

Requiebro

Candidalgia nos ofrece un requiebro inocente (de verdad):

Dijo a un lingüista su hurí:

«¿Y cuánto me quieres tú?».

Y él, meloso, dijo así:

«La cu no quiere a la u

como te quiero yo a ti».

El Moisés, de Miguel Ángel

¡Hay que ver las observaciones tan ridículas y peregrinas que hace este Chis, ahora metido a crítico de arte!

Si en su gesto bien escarbas,

el cejijunto Moisés

de Miguel Ángel —¿lo ves?—,

¡se está arreglando las barbas!

Contra los profesores

Alacrante, en atención al mester docente de su dueño, dedica esta letrilla cuaresmal a aquellos profesores que se exceden en el cumplimiento del deber y corrigen exámenes en su tiempo libre, que me temo que son todos:

En estos últimos días

se imponen de penitencia

al gremio de la docencia

estas cuatro avemarías:

Al que en Viernes de Dolores

pone un examen artero

para que los de Tercero

sean los más cumplidores

y nos causen sinsabores

hasta en el último día,

un avemaría.

Al profe loco de atar

que, al corregir excedentes,

no respeta ni los puentes

ni las fiestas de guardar,

en vez de hacerlo quemar

por tamañas herejías,

dos avemarías.

Al que en la repesca intenta

poner un control sencillo

al típico alumno pillo

que al final no se presenta,

y para el cinco le cuenta

que no hablaba y atendía,

tres avemarías.

Al profesor mentecato

que pasa las madrugadas

corrigiendo las chorradas

del alumno más pazguato

en vez de pasar el rato

con su esposa en picardías,

mil avemarías.

Padres e hijos

Chis recoge un ejemplo para disuadir a los padres de fundar falsas expectativas sobre el futuro profesional de sus vástagos:

―Papá, yo quiero ser juez―
Y el padre, con alegría
y orgullo: ―¿De veras, hijo?
―Sí, papi, ser juez de línea.

De cómo el hombre vive para quejarse

No hay dicha colmada en esta vida, dice Ponzoñón.

Los hombres dicen dos frases
de muy distinto tenor.
Los casados: ―No te cases.
Los solteros: ―Quiero amor.

Hidrofobia

Chis formula en este alacrán uno de los grandes interrogantes sobre la hidrofobia:

—Hidrófobo es, sepa usted,
que odia el agua con desgarro.
—¿Y de qué muere? ¿De sed
o de no bañarse el guarro?

Dialogar

Ponzoñón dedica una picadura a los que no saben conversar, sino monologar en compañía:

Presume de dialogar

y de ser entretenido,

pero ese pelma engreído

lo que quiere no es hablar,

sino solo ser oído.

EL CHUMBO

¡Cuántas veces nos cautiva una fealdad simpática en menoscabo de una belleza altiva y desdeñosa. Así lo siente Candidalgia en la siguiente alegoría:

Pellejudo, espinoso
como es un chumbo,
y qué dulce delicia
es comer uno.
Detrás de muchas
fachas de Picio habitan
pulpas de azúcar.

La mujer y los semáforos paritarios

Hoy dicen que es el día de la mujer trabajadora. Histeriador, a riesgo de sembrar la polémica, ofrece una visión muy particular de los factores que favorecieron la plena inserción de la mujer en el mundo laboral, la cual se debió no sólo a una justa reivindicación feminista, sino a la conveniencia de la burguesía capitalista de multiplicar su mano de obra en aras de un inimaginable aumento de la producción. Hoy en día, aún queda mucho camino por recorrer, pues la igualdad entre hombre y mujer no consiste tanto en decir los españoles y las españolas o los padres y madres; sino en facilitar al empresario los resortes que le disuadan de despedir o de no contratar a una mujer por el riesgo de verla embarazada o cuidando de sus hijos enfermos. Siguen siendo no inmaduros, inmadurísimos los que ven un avance hacia la igualdad en la medida del ayuntamiento de Valencia de colocar semáforos paritarios, como si situar monigotes con falda en los semáforos beneficiase de alguna manera los derechos de la que cobra sueldos inferiores al hombre o es despedida por haber tenido un hijo. Lo malo es que los que se arrogan la bandera del feminismo creen haber cumplido con esas memeces que tienen más de propaganda que de serio compromiso con un maravilloso ser que, como la mujer, tiene ahora dos frentes abiertos en su día a día: el cuidado de la casa y el trabajo.

La feliz liberación

de la mujer, en virtud,

no es tal emancipación,

sino doble esclavitud.

EL GLOBO OCULAR Y EL AEROSTÁTICO

Que nadie hay contento con su suerte lo proclama Filosón en el siguiente enxiemplo:

Miraba un globo ocular
con su celoso prismático
alzarse un globo aerostático
a las nubes. A la par,
el del cielo, al levitar,
pensó en conciencia de inerte
que envidiaba hasta la muerte
poder ver. Somos tan bobos
bajo el sol que ni los globos
se conforman con su suerte.

Natalidad

Una observación de Ponzoñón sobre las causas del decremento de la población española:

Las familias numerosas
hoy no son muy numerosas.

Competencia

A veces el progreso compite de forma inusitada con la naturaleza, como consigna Ponzoñón en estos versos:

Más alto que las secuoyas

de California, el naranjo

que se cría en la maceta

de mi piso ciento cuatro.

Sic transit gloria mundi

Alacranes vuelve a la carga con su dosis de desengaño:

Por su rostro, por sus manos,

por sus pechos sobrehumanos,

fue en vida la comidilla                  

de la prensa más cotilla.

Hoy lo es de los gusanos.

La mujer y la báscula

Alacrón nos deleita hoy con una ponzoñosa degustación con moraleja:

Una mujer se pesaba

en una báscula eléctrica

y vio con sorpresa amarga

que pesaba más de ochenta.

«¡Imposible! ―exclamó atónita―.

Esta báscula chochea.

Voy a pesarme otra vez,

a ver si ahora me acierta».

Probó a hacerlo, y el cacharro

persistió en la misma cuenta.

Volvió a pesarse de nuevo…

«Nada, nada ―dijo incrédula―,

debe de estar averiada».

Y se pesó hasta trescientas

veces, hasta que la máquina,

con las pilas casi muertas,

proclamó por fin: «Su peso

es de menos de cincuenta».

Y ella le dijo triunfante:

«¡Al fin diste con la tecla!».

Con la obstinación humana,

hasta las máquinas cejan.

Coche tuneado

Está demostrado: a más lucecitas, a más perifollos en el coche, más peligroso es el conductor, como reconoce Filosón en el siguiente aguijón:

Tú no conduzcas de noche,

nunca, que tienes por fuera

muchas luces en el coche

y ninguna en la sesera.

Ambigüedades

¿Riqueza o ambigüedad del lenguaje? Típica preocupación del lingüístico y viperino Viperio?

Cuando le dije lo mal
que llevo la retención,
me preguntó: —Pero ¿cuál?
¿La de orina? ¿La fiscal?
¿O la de circulación?