viernes, 1 de diciembre de 2017

Visto y no visto

Candidalgia abre el cofrecito de las pequeñas cosas de la vida:

—Somos aquellos ojos que te vieron 
desde la ventanilla semiahumada 
de un autobús y, sin decirnos nada, 
tus ojos y los míos coincidieron 
¿cuánto? una décima fugaz y alada, 
la justa sin embargo 
que el chófer invirtió en pasar de largo.


4 comentarios:

  1. Y luego te quedas un ratito pensando en esa persona con la que cruzaste la mirada. No falla.

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