jueves, 11 de enero de 2018

Anécdota (primera parte)

Candidalgia recoge aquí una anécdota repartida entre el día de hoy y el de mañana:

Lucía bebía los vientos por Marcos, pero este nunca le dio a entender que la correspondiera. Un día Lucía sorprendió a Marcos escribiendo unos versos y, sin poder resistirlo, quiso asomarse a leerlos. El chico se resistió, pero ella, tenaz como un catarro, consiguió asir el papel, con tan mala fortuna que lo rasgó por la mitad y se quedó con la mitad izquierda del poema. Cuando lo leyó, Lucía se creía flotar. ¡Al fin se sabía correspondida!

MITAD IZQUIERDA DEL PAPEL

Mira, nena,
si eres mona,
que la pena
me abandona

Tu boquita,
tu nariz
¡Qué bonita
¡Qué feliz

Deja a mi alma
que te diga:
dame calma...
dame, amiga

Di que sí,
dame tu fe,
que sin ti

me moriré.


1 comentario: