domingo, 19 de octubre de 2014

Comproterapia

He aquí una reflexión de Ponzoñón sobre ventajas e inconvenientes de la sociedad de consumo:

El gran antidepresivo,
ir de compras sin mesura.
Y el depresor más nocivo,
vérselas con la factura. 


12 comentarios:

  1. Mi límite de tiendas está en dos. Si en la segunda no encuentro lo que quiero me retiro. Si he aguantado sin lo que quería comprar hasta ese momento, bien puede esperar.
    Salu2.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En cuanto a tiendas de ropa, mi límite está en ninguna. Si hubiera ropa perenne, como las de los personajes de dibujos animados, esa sería la mía.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mi me estresa ir de compras,de hecho,no me gusta nada,pero cuánto bien me están haciendolas compras por Internet.

      Eliminar
    2. Esperar a la esposa mientras está buscando yo no sé qué en la n-ésima tienda, aunque diga que no le gusta ir de compras, es uno de los actos de amor más grande que hace un marido.
      Salu(n+1)

      Eliminar
    3. Ana, comprar por Internet es delicioso. ¡Lástima que no se pueda comprar así la ropa!

      Eliminar
    4. ¡Qué gran marido eres, Jesús! Ni los amantes de Teruel, ni los enamorados de la peña de Antequera... Ir de tiendas con ella: ¡eso sí que es amar!

      Eliminar
  3. Yo no tengo nada de paciencia para ir de compras. A mí me pasa como a tí Daniel, mi límite es cero tiendas...Jesús que gran virtud te dió Dios...A mí no me llegó....jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias al Cielo, José, Dios me bendijo con una mujer para quien ir de tiendas supone un deber más que una vocación. Laus Deo.

      Eliminar
  4. Dani creo que en los dos últimos años la mayoría de la ropa que me he comprado es por Internet,eso si luego tengo que ir a la tienda a descambiar,con lo cual estamos en las mismas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo, lo que compro por Internet, Ana, son los libros y la compra del Mercadona. A lo demás llevo el cuerpo entero, como un vulgar ente material.

      Eliminar