lunes, 27 de octubre de 2014

Ojos y castañas

Hoy me han regalado un alacrán, un alacrán hembra (¿alacrana?) a la que encuentro demasiado dulce; más que envenenar, hace cosquillas. Mezclada en mi terrario con tanto ponzoñoso, la he tenido que bautizar como Candidalgia. No creo que se prodigue mucho, y veremos si llega a cumplir años:

Asa castañas
octubre en los rescoldos
de tu mirada.



Por cierto, ¡qué ojo más bonito! Tiene misterio, como los de la Virgen de Guadalupe.

6 comentarios:

  1. Precioso el poema, sí señor. Pero el ojo no se ve.

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  2. Deseando estoy de poder comer castañas al abrigo de un radiador...pero este calor no se va....yo creo que los turrones nos lo comemos en manga corta....

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  3. El otro día compré medio kilo. A ver si mañana o pasado me pongo y las aso.
    Por cierto ¿por qué ha elegido usted una foto tan... digamos... deprimente?

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    1. Pues le explico: digamos que, por razones técnicas, me vi obligado a elegir una foto de perfil de Google+ y, como me gusta tanto el barroco, me decanté por esa. Ya veré si, con más serenidad, busco una menos lúgubre (aunque también me gusta el Romanticismo).

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