sábado, 5 de noviembre de 2016

Día festivo: un poema de Joaquín Bartrina

Hoy he escarbado más hondo en la fecunda tierra de las letras y traigo una voz del siglo XIX: Joaquín Bartrina, un poeta tan injustamente olvidado como original. Muerto a los treinta años de edad, no tuvo tiempo más que para dejarnos un rarísimo libro de poemas titulado Algo. Alma con un pie en la creencia en Dios y con el otro en el agnosticismo más sarcástico, vertió en verso pensamientos tan humanos como estos:

Si miro al cielo en estas noches bellas
en que mi alma se eleva al infinito,
en caracteres mágicos de estrellas
nunca el nombre de Dios sé ver escrito.

Creo que si a alguien Dios dejó encargado
trazar algunos versos alusivos,
no supo qué escribir, poco inspirado,
y lo llenó de puntos suspensivos.


2 comentarios:

  1. Preciosos versos. Lástima que se fuera tan pronto y no nos deleitara con más sentimientos.

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    1. En el firmamento de las letras hay estrellas poderosas e inextinguibles (Cervantes, Lope, Calderón...) y cometas fugaces que, por más bellos que sean, apenas dejan rastro.

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