Alacrante consigna aquí el consabido ejemplo de mala caligrafía:
Miró un maestro las letras
de sus párvulos, y haciendo
pronósticos, exclamaba:
―Éste va a ser arquitecto...
Éste va a ser inventor...
Éste va a ser ingeniero...
Y al ver una letra horrenda,
suspiró: ―Éste será médico.
Para mi desgracia no tengo bonita letra ni siquiera las tres o cuatro veces al año en las que puedo escribir sin prisa,así que imagina el resto... Buaaaaa
Pues la mía no he tenido narices de que se enderece.....es fea de categoría.....Y con la edad se me afea aún más...jajaja
ResponderEliminarLa mía va también acentuando sus defectos.
Eliminar¡Cómo envidio a la gente que tiene letra elegante!
ResponderEliminarYo también. Tienen algo de pintores.
EliminarPara mi desgracia no tengo bonita letra ni siquiera las tres o cuatro veces al año en las que puedo escribir sin prisa,así que imagina el resto... Buaaaaa
ResponderEliminarLa mía no es bonita tampoco, más bien es dificililla: un fiel reflejo de mi personalidad.
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