Lamento contrariarte pero a mí el humo no me seduce nada de nada,más bien me induce a recordar a antecesores y predecesores del que me lo echa. Un ascazo,oiga,¡un ascazo!
¿Y qué me dices del vaho invernal de nuestra boca? ¿No es encantador?
Antes nuestros padres fumaban sin darse cuenta de la porquería que nos metían pasivamente. Hasta en los hospitales se fumaba.
¡Cómo han cambiado los tiempos!
Lamento contrariarte pero a mí el humo no me seduce nada de nada,más bien me induce a recordar a antecesores y predecesores del que me lo echa. Un ascazo,oiga,¡un ascazo!
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