Si hay un país con mala fama, ese es España, contra quien holandeses, ingleses y franceses orquestaron en el siglo XVI una feroz campaña publicitaria de desprestigio que hizo tales estragos que todavía hoy es creída a pie juntillas, sobre todo por los propios españoles. Una propaganda similar sufren los Estados Unidos, a quien se achacan todos los males económicos, ecológicos y políticos de nuestro tiempo. Esta analogía entre los dos países fue muy bien vista por Philip W. Powell, un historiador norteamericano que denunció en un magnífico y recomendable libro las mentiras de la leyenda negra. Ved aquí la queja del castizo y vetusto Alacrónico:
Ayer se conoció a España
por su poder sin segundo.
Hoy es famosa en el mundo
por su tortilla. ¡Qué maña
para hacernos cascarilla
se dio el inglés y el francés.
¡Pardiez! ¡Eso sí que es
dar la vuelta a la tortilla!
Es increible cómo se pueden decir tantas mentiras y que tanta gente se lo crea. Buen alacrán reivindicativo
ResponderEliminarTú cría fama y échate a dormir.
EliminarEs lo que tiene la envidia.
ResponderEliminarNadie envidia a un don nadie.
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