Después de varios días de tósigos y hieles, nuestro alacrán más ingenuo, Candidalgia, nos da hoy el orden del perfecto aseo, el aseo que rejuvenece el alma:
Para mis dos manos gel,
para mi pelo champú,
aceite para mi piel
y para mis labios tú.
tariro tariiiiroooooo
ResponderEliminarQue estos versos son muy castos.
EliminarSimplemente maravilloso
ResponderEliminarGracias, Cilantro.
EliminarHoy mismo se lo digo a mi señora....jajaja
ResponderEliminarTienes mi entusiasta beneplácito.
Eliminar¡Precioso! Cualquier mujer se derretiría al oir semejante preciosidad, yo por ejemplo ;o)
ResponderEliminarEjem... Me alegro, no sabes cuánto.
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