Uvas de Nochevieja

¡Vaya manera de rematar el año! Con un chiste malo, cosecha de Alacrante:

El vendimiador que siembre
las uvas más que atrasadas
de las doce campanadas
hace su agosto en diciembre.

Femen

Ponzoñón dedica hoy su aguijón a todas aquellas que, como la semidesnuda ladrona del Niño Jesús del Vaticano, convierten las protestas en pro-tetas:

Esas que gritando vienen
y medio en cueros se ven
nunca harán que calen bien
las ideas que sostienen
si las dicen sin sostén.

Capricornio

Aunque con retraso (la informática es muy traicionera), Ponzoñón deja aquí a los capricornios su acostumbrado aguijón zodiacal. Y como alacrán español que es, no puede hablar de cuernos sin pensar mal. ¡Ay, ay!

Y antes de que el año acabe,
dos cuernos de Capricornio.
¿No sería más suave,
más poético si cabe,
uno solo de unicornio?

Día de los Inocentes

En este Día de los Inocentes, Ponzoñón descarga hoy su veneno sobre los que quieren pasar por graciosos y son unos sin gracias (él, sin ir más lejos, pero nadie ve la viga en el ojo propio):

Se lleva tantos diplomas
de pesadez ese plasta
que, de tanto gastar bromas,
más que gastar, las desgasta.

El mejor regalo para los lectores

Hoy Chis nos sugiere su regalo para estas fiestas. En estos tiempos tan maltratadores de libros y de buena literatura, Chis nos quiere recordar una esperanza: ¡aún quedan lectores! ¿Adivináis de qué regalo se trata?

¿Es buen lector? Sí, lo es:
buen lector de mp3.

¡Feliz Navidad!

(NOTA DEL EDITOR: Debido a problemas de infraestructura internáutica, el alacrán del 25 de diciembre se quedó sin publicar, así que hoy van dos, para que no se diga que soy cicatero con los versos; solo lo soy con el dinero).

Hoy toca un alacrán de Candidalgia, y ya se sabe, los aguijones de Candidalgia vienen con miel, no con veneno. Pero estamos en Navidad y no pegan sarpullidos en el alma.

Reía Jesús, mi Rey,
entre tocas y mantillas
porque el aliento del buey
le hacía muchas cosquillas.

Villancico recortado

Alacrón quiere festejar la Navidad con lo más propio, que es con un villancico. Lo malo es que está envenenado y dedicado en cierto modo —creo— a los maestros, atacados por recortes presupuestarios (Zapatero, Rajoy, la Díaz) y recortes intelectuales (Wert). 

Me han robado el aguinaldo

mientras iba hacia el Portal.

Y a Jesús en el pesebre,

¿quién tendrá para un pañal?

Con zambombas y panderos,

van maestros y maestras

a llevar sus pagas extras

a los pies de los banqueros,

porque faltos de dineros,

se les ha de rescatar.

Y a Jesús en el pesebre,

¿quién le da para un pañal?

Para ahorrar aún más, la ley

se une al Papa y estipula

que se quite ya la mula

y, si come mucho, el buey.

Después quitará algún rey,

una oveja, un mayoral,

y a Jesús en el pesebre,

¿quién dará para un pañal?

Como les es menester,

no nos paran de infligir

recortes duros de oír,

reformas dignas de Wert.

Y si nadie va a tener

ni para pipas sin sal,

a Jesús en el pesebre,

¿quién dará para un pañal?

El buey de la Nochebuena

Esta noche es Nochebuena y, cómo no, mis alacranes vienen a aguarnos la fiesta. Ponzoñón, siempre venenosísimo, censura en el aguijón de hoy los contrasentidos y excesos de esta noche. ¡Feliz Navidad!

Si fue un buey en Nochebuena 

quien dio aliento a Cristo Rey,

¿por qué a nadie le da pena

que se coma en esa cena

un solomillo de buey?

Tempus fugit

Conscientes de la necesidad de dar ideas para un regalo (una tribulación comparable a la de gastarse el dinero en ellos), los alacranes de mi terrario os harán sus sugerencias, cada uno a la medida de su carácter y sus intereses. Alacráneo nos propone un reloj, pero no el que aparece en el móvil, qué va, ni uno de pared ni de pulsera: uno de arena. ¡Este Alacráneo!

Ya no hay relojes de arena.

La mecánica nos mide 

para que el hombre así olvide 

su irrevocable condena.

Los relega con despecho,

pues ningún reloj de cuerda 

o de pilas le recuerda 

el polvo de que está hecho.

Lotería

En este mundo de prosa vil, muchos desean que la vida les cambie gracias a los niños de San Ildefonso. Para muestra, este botón-aguijón de Histeriador:

—¿Te gusta que te toque,

paloma mía?

—Prefiero que me toque

la lotería.

Invierno

Esta noche cambiamos de estación, aunque el cambio lo llevemos notando desde hace unos días (¡buf,mqué frío!). El escorpión es un animal de climas cálidos, y el invierno no le simpatiza. Por eso, Filosón le dedica este aguijón receloso y brutal:

Llega con tos y adelanto

el invierno en estos días,

diluviando neumonías

sobre todo el camposanto.

Se hiela la sangre tanto

en su polar purgatorio

que todo buen vejestorio

calienta al fuego su cuero:

unos van a su brasero

y otros van al crematorio.

Dineros

Ahora que se avecina la jubilación anticipada de un selecto puñado de españoles (me refiero a los futuros agraciados con el gordo de Navidad), no está de más que pongamos en su sitio —una vez más— a don Dinero. Ponzoñón habla:

Harto de pordiosear
vicio al hombre, el diablo artero 
forjó con su enorme par 
de cuernos un singular 
cepo de almas: el dinero.

Añadir leyenda

Era español, no árabe

¡Qué casualidad! El alacrán moruno de ayer coincide, palabra por palabra, con este alacrán plenamente castellano. ¡Qué ductilidad la del español, que tan pronto suena a ruso como a árabe!

Lava al alfil la valija

y fija la lija al ala

si mi mal magín iguala

a la daifa y a la hija.

Da familia a la canija,

mímala y llámala maja,

y si alquila aljama baja

sin alquibla añil ni pila,

hila ya al fajín la lila

y alaba al bajá la alhaja.

Idioma españárabe

Viperio se ha vuelto un cosmopolita. Después de conocer a Alakrenko, decidió asistir a un congreso convocado por la maltrecha Alianza de Civilizaciones. Allí conoció a Al-Acrán, un escorpioncillo beduino que le regaló una exquisita muestra de su quehacer poético. Pese a ser un hijo del desierto, demuestra bastante sensibilidad. Por cierto, ¿no suena muy español el árabe de esta espinela?

Lábal alfil-la balija

ifija lalí jal-ala

si mimal majini iwala

aladaifa y al-aíja.

Dafa milia alakanija,

mímal aiyama lamaja,

isialquila aljama baja

sinal quibla ñil nipila,

ila yal faj-ín lalila

yalaba albajá lalaja.

Sueldos venidos a menos

Pese al optimismo que parece embargar los ánimos de los españoles, los bolsillos siguen estando igual de vacíos (o de llenos, depende de cuáles). Por ello, Ponzoñón nos regala hoy este alacrán que continúa siendo tan actual como hace unos cuatro años, cuando los sueldos hicieron ¡pum!, y se desplomaron:

―¿Te hicieron ya en la oficina

ese incremento de sueldo?

―¡Qué va! Lo contrario: hoy gozo

de un excremento de sueldo.

De sordos y mancos

Hoy 16 de diciembre se cumplen 244 años del nacimiento de Ludwig van Beethoven. Dado que Filosón es una de las fieras más amansadas por su música, ha decidido tributar un homenaje a su memoria, así como a la de otro gigante de las letras como es nuestro Cervantes. Ambos son un supremo ejemplo de superación y constancia.

El mejor músico, sordo.

El mejor escritor, manco.

Por más que ataque el destino,

es más fuerte el ser humano.

Comprar, comprar, comprar...

Acércanse las fechas navideñas y el optimismo económico auspiciado por el Gobierno vuelve a incrementar el presumible gasto medio de las familias en estas fiestas, para las que Ponzoñón dedica el siguiente aguijón:

El consumismo no trata

de comprar ninguna cosa

por precisa o imperiosa, 

sino porque está barata.

Todo es relativo

He sorprendido en este alacrán de Chis cierta envidia —sana, eso sí— de un animal con mucha menos chicha como es la ostra, cuyas excrecencias han llenado los joyeros de tantas y tantas mujeres:

Cuando una ostra ve un collar

de perlas, piensa: ―Ni harta

de vino o plancton de mar,

me colgaba yo una sarta

de heces de hombre en mi espaldar.

Diferencia entre bikini y sostén

En este alacrán, los vuelos de Viperio son más altos que en el de ayer. Contiene una reflexión sobre el omnímodo poder de la palabra, capaz de modificar la realidad:

La palabra condiciona.

Un bikini para un hombre

no es nada. Pero menciona

«braga» o «sostén», y ese nombre

verás cómo lo emociona. 

Propiedad lingüística

Las inquietudes lingüísticas de Viperio trascienden con mucho las discusiones a veces bizantinas en que se enfrascan los filólogos a cuenta de peregrinos conceptos como sujetos, transitividades, prótasis, apódosis, etc. He aquí una deliciosa muestra de sutileza lingüística:

El pudor y el disimulo

que gasta la sociedad

nos hace decir el culo

siendo dos en realidad.

Pamplinas

Hoy, Chis nos regala un alacrán evasivo:

Acusaron a un bribón 

de haber gozado a una bella 

sin permiso. Un pelotón 

de buenas amigas de ella

fue a preguntarle por qué 

hizo tal bellaquería.

Y él respondió: ―Sólo fue

porque la bella quería.

Maldad del mundo

Filosón estuvo cavilando ayer sobre las injusticias que cada uno observa en el mundo y se dio cuenta de una cosa muy curiosa. Ésta:

¡Qué fácil es cuando en otros

hallamos dolor profundo

echarle la culpa al mundo 

y no a sus miembros: nosotros!

Sordos

Algunos defectos pueden verse como bendiciones en algunos casos, como en este que apunta Ponzoñón: 

Los sordos pueden decir:

«¡Para lo que hay que oír...!».

Modernidades

Juicio de valor sobre los poetas difíciles de entender, aplicable a todos los artistas ininteligibles cuya dificultad nos obliga a aplaudirlos por no quedar como unos paletos. Alacrante, a quien no le importa quedar mal, no se corta un pelo:

La poesía que has escrito

debe de ser extremada,

porque en su jerga endiablada

todo suena muy bonito,

pero no se entiende nada.

Canas y años

Según Ponzoñón, lo malo de cumplir años no es perder belleza, sino saber que cada vez nos queda menos tiempo:

―Cuando me apuntan las canas,

ya me echo el tinte. ―Será

por esconderlas. ―¡Qué va!

Es porque no tengo ganas

de ver cuántas tengo ya.

Puentes de diciembre

Filosón filosofando sobre puentes vacacionales, ¡qué cosas!

Este puente o vacación,

para quien cree en religión,

es el de la Inmaculada;

para quien no espera en nada,

el de la Constitución.

El as en la manga de Dios

Metafísica de Filosón:

Quien vive juega a perder

o a ganar con la amenaza

de dar la vuelta sin ver

a los naipes de una baza

donde Dios es el crupier. 

Instinto y sabiduría

Otra comedura de tarro de Filosón:

El instinto, bien pensado

en términos de noética,

es un saber heredado

a través de la genética. 

Los perfumados

A Ponzoñón no le inspiran confianza los perfumados con exceso, porque algo esconden, según él:

El que empapa de perfume

su cuerpo cuasi celeste

es que de limpio presume

o esconde su mucha peste.

Presunción

Histeriador bromea sobre la sensación que tiene toda presumida (y presumido, por supuesto) de ser observada en todo momento y a cada detalle:

Cuando una joven se quita

la camiseta en la raya

del mar, cree cual magnetita

que, por fea o por bonita,

la mira toda la playa. 

Dineros etéreos

Hoy que se extiende el uso del bitcoin, la moneda virtual, el dinero ha llegado a tal grado de abstracción que no existe: son solo cifras que van de un lado a otro sin pasar físicamente por nuestras manos. Ponzoñón se pregunta si eso podrá subsistir mucho tiempo:

 

Si a quilo y medio de oro

hoy equivale un papel;

y un accionista en el foro

equivale a un buen tesoro

de monedas a granel;

y si al ser ya un testimonio,

una tarjeta cuadrada

equivale a un patrimonio,

¿no podrá hacer el demonio

que nada valga de nada?