Primer aniversario

Como quien no quiere la cosa, ayer se cumplió un año desde que destapé mi terrario. Mis alacranes, lejos de celebrarlo, están preocupados porque no se ha registrado ningún envenenamiento por picadura de escorpión. Yo les he recordado que el propósito de sus aguijonazos no era envenenar, sino inmunizar, como hacía Mitrídates, el rey de los partos (no, no era ginecólogo). Ellos se han encogido de pinzas y han encargado a Ponzoñón la más lacónica de las respuestas sobre el primer aniversario de este Almanaque de Alacranes. Su conciso contenido me plantea serias dudas sobre la esperanza de un segundo aniversario:

Los niños quieren cumplir.
Los adultos, incumplir.

Ingleses

Fruto de sus contactos con la costa inglesa (esto es, la Costa del Sol), Alacrante ha pergeñado una lacónica y británica semblanza de los hijos de la pérfida Albión:

El más fácil de los modos
de detectar a un inglés
es que hace todo al revés
menos dar por culo a todos.

Vocaliquísimos

No sé qué le ha pasado hoy a Viperio que nos ofrece hoy este disparate vocálico que, según me jura, tiene sentido en español. Si es así, será una prueba de que nuestro idioma es una lengua de vocales más que de consonantes. En otras palabras, un vocablo como el teutón Angstschweiss es impensable en nuestra lengua:

¡Huy! Hay yuyu, yaya, huya:
hallé un yoyó yeyé guay.          
Y a huella de agua que aúlla,
huí ahí y oí hoy ¡ay!

Cirugía estética

Siguiendo con el tema estético, Escorporal advierte que la cirugía no hace milagros, y que quod natura non dat, Salamanca non praestat:


¡Ah, sí? ¿Que para verte más bonita
vas a operarte la nariz, me dices?
¿Qué cirugía de nariz? ¡Bah, quita,
mujer! Lo que tu cuerpo necesita
es una cirugía de narices.

Bótox y belleza

Escorporal habla sobre los efectos estatuarios del bótox, que eterniza los mejores momentos de un rostro:

Con el bótox que se ha puesto,
busca seguir en el trono
de lo bello y de lo apuesto,
y al final su gesto mono
se ha quedado en monogesto.

vacaciones

Tras una atenta y ponderada observación de las playas de julio y agosto, Ponzoñón ha concluido que la especie que más abunda es la clase media. La clase alta, inauguradora otrora de la moda de los baños de sol, frecuenta hoy en día caladeros más selectos:

La playa ahora está llena
de pobres a la deriva,
ahí tirados en la arena
con las palmas hacia arriba,
a poner la piel morena.

Ceceo

Mis alacranes me acompañan estos días en Málaga, mi terrario de nacimiento. Vuelvo a oír a mis malagueños hablar con ese ceceo tan de aquí y que tanto llama la atención de Viperio, mi alacrán lingüístico:

Tan andaluz el muchacho

es en todas sus facetas

que, hasta cuando va borracho,

no hace eses, hace zetas.

Móviles, smartphones y adicciones

Mis alacranes atacan con saña a los móviles y a toda la absorción de que son capaces con sus dueños. Os la manda Ponzoñón desde mi teléfono inteligente:

Recuerde el dedo dormido
de tanto apretar botones
diariamente,
cuántas horas ha perdido
en mandar contestaciones
a la gente,

en leer todos los gajes
de su vida cotidiana
y anodina
a través de mil mensajes
que le mandan por desgana
o por rutina.

Me agencié un aparatejo
de habilidad prodigiosa,
singular,
y tiré mi móvil viejo,
el cual no hacía otra cosa
que llamar.

Y ya oigo música, escribo,
leo prensa, viajo fuera,
me hago el té.
Sin el móvil ya no vivo;
si algún día lo perdiera,
¡yo no sé...!

¿Qué haría yo sin mis redes,
los mil amigos que llamo
y conservo?
Y no se crean ustedes
que el teléfono es el amo
y yo el siervo.

Sé medirme y controlarme
de esos abusos salvajes,
y les digo...
¡Huy! Acaban de llegarme
quince avisos de mensajes...
Luego sigo.

Signo de Virgo

Ponzoñón saluda a los nacidos en el signo de Virgo:

Virgo, horóscopo benigno
a quien rara vez se es fiel:
muchos nacen en tal signo
y pocos mueren en él.

Jornada de liga

Ahora que se inaugura la temporada liguera, Ponzoñón lanza este aviso a navegantes:

Si quieres perder con alguien
para siempre la amistad,
despotrica de su equipo
de fútbol y ya verás.

El curro

Chis dedica también a los zánganos su alacrán de hoy:

Tan gandul es el cazurro
que, aunque se llama Francisco,
se convierte en basilisco
si alguien va y lo llama Curro.

Epitafio de un perezoso

La pereza es, quizá junto con la gula, uno de los pecados más simpáticos. Un homenaje de Alacráneo a los que viven en regalados en poltrona delicada (o a quienes se lo pueden permitir):

Aquí el sepulcro se ve

de un gran gandul. Y el muy loco

se mandó enterrar de pie.                  

por probar de todo un poco.

Ventilador

Viperio dedica este alacrán al ventilador, ese artilugio imprescindible que, en estas semanas de infierno mercurial, ha llegado a desaparecer de los escaparates de todas las tiendas:

Hoy todavía me dura
la risa y el buen humor
por un poeta-figura
que llamó a un ventilador
huracán en miniatura.

Morenas

Ayer las prefirieron pálidas y evanescentes porque la piel morena era signo de bajeza labriega; desde que a los ricos les dio por tomar a finales del XIX baños de sol, se las prefiere morenas tirando a tiznadas, como dice aquí Ponzoñón:

El perfecto bronceado
al que aspira quien se enlata
entre soles de hojalata
es color de pollo asado.

Ser novio y ser padre

La teoría de la relatividad de Einstein puede aplicarse a las relaciones humanas, en concreto a la variadísima y complejísima telaraña que se urde entre mujer y varón. Dice Histeriador:

Todo hombre es un bergante
si busca mujeres bellas,
y un nazista intolerante
si es hermano o padre de ellas.

Periodistas de pacotilla

Una opinión controvertida de Alacrante sobre cierto linaje de periodistas:

Presumen de historiadores
del hoy, mas son reporteros
que no llegan a escritores
ni pasan de pregoneros.

Envejecer una actriz

Si ayer nos adoctrinó Alacrante sobre los efectos del tiempo en los actores, hoy denuncia el inmisericorde destino que Hollywood reserva a las actrices:

A una actriz de cine
no acaban la industria,
la droga o la muerte.
La acaba una arruga.

Envejecer un actor

Hay muchos parámetros para medir el paso del tiempo: en un futbolista lo marca la falta de reflejos y agilidad; en un relojero la pérdida de visión; en un cantante la merma de su voz; y en un actor, lo que aquí nos indica Alacrante:

Un actor percibe el vuelo
del tiempo en que, de galán
pasan a padre y a abuelo
los papeles que le dan.

Mujer plana, mujer curva

Mis alacranes, a la hora de plasmar una opinión sobre estética femenina, recurren a Histeriador, el más ducho en estos menesteres. ¿Mujer plana o mujer angulosa?

Si la cintura de avispa
de una mujer no se ensancha
en cadera prieta y ancha,
no me gusta ni una chispa.

Papa móvil

Una reflexión lingüística de Viperio acerca del automóvil blanco más célebre del mundo:

El automóvil papal,
por su ocupante sagrado,
debería ser llamado
el auto sacramental.

Calentamiento global

Durante el verano más caluroso del último medio siglo, a muchos se les habrá pasado por la cabeza la idea del calentamiento global. A mis escorpiones también, y Alacrón ha formulado su preocupación de la siguiente manera:

Con un calentamiento empieza todo,
la vida, el ser, y cuanto más te alejas
del núcleo, vas quemándote las cejas
para no tropezar y hundirte en lodo.

Caminas hacia el fin como un beodo,
y sordo a tus protestas y a tus quejas,
el mundo te calienta las orejas
con tal que vivas de este o de aquel modo.

La muerte te cocina a fuego lento
y te adereza sibilinamente.
Acabarás quemado, pero atento:

la tierra te dará, al hincarte el diente,
tu primer y tu último enfriamiento.
Moraleja: es mejor estar caliente.

Modas raras

Ponzoñón critica ciertas costumbres indumentarias practicadas por algunos para rechifla de otros:

Debería estar por fin

castigado por la ley

ser el dueño de un mastín

y vestirlo con jersey.

Viejos

¡Qué gran diferencia connotativa establece nuestro lenguaje entre adjetivos como viejo y antiguo! Para muestra, un aguijón (de Ponzoñón, el cáustico):

Un destrozo se tolera

si es de ruinas de otra era,

e incluso el polvo se alaba

si está en botellas de cava.

¡Y a un viejo no hay quien lo quiera! 

Alacrán idílico

Alacrón nos obsequia hoy con un bucólico remanso de belleza, amor y paz:

Ni las flores al abrirse

desprenden tan sano aroma

ni el olor que, antes de irse,

levantaran al batirse

las alas de una paloma,

ni las sábanas de holanda

recién lavadas en rosas,

ni los efluvios que manda

el paso del aura blanda

por las praderas hermosas,

ni los hijos del dios viento

al escapar de su celda

causan tanto sentimiento

como el telúrico aliento

de mi amor cuando regüelda.

Un elemento del paisaje español

También Candidalgia quiere aportar su ideal grano de arena al mes de las carreteras, sobre un elemento paisajístico que muchos identifican con lo genuinamente español (especialmente los catalanes):

No hay cosa que más adorne

una larga travesía

que encontrar en la autovía

el toro bravo de Osborne.

Camioneros

Alacrante, que en las carreteras se vuelve muy observador (se nota que va de copiloto), comparte con nosotros una duda existencial sobre los camioneros:

Me ha asaltado en un sendero

esta duda extraordinaria:

la vida de un camionero,

¿es nómada o sedentaria?

Mirones morbosos

Y ya que ayer se habló de carreteras, hoy también, esta vez en boca de Alacráneo, que apunta en el terrario una morbosa observación sobre la condición humana:

Con el buitre, es evidente

que compartimos un gen

que nos cita a tutiplén

al olor de un accidente.

Adelantamientos

En estos meses de tanto viaje y tanta carretera, Alacrante atestigua en este alacrán la incoherente y orgullosa conducta de ciertos conductores:

¿Por qué siempre que adelanto

a un coche en la carretera,

aunque no corriera tanto,

va el conductor y acelera?

Guardia Civil de Tráfico

Ahora que vivimos entre continuas operaciones salida y operaciones retorno, Alacrante dibuja en este alacrán un sentir común a todos los conductores:

Por muy honrado y gentil
que se sienta cada quien,
¡cuántos se ponen a mil
cuando ven en el arcén
a un verde guardia civil!

Rima difícil

Viperio declara en este aguijón sus infantiles debilidades de poeta:

Soy poeta en lengua hispana,

y aunque me agite y me enrosque

como tenia en palangana,

no me quedo con la gana

de rimar algo con bosque.

Extrañas costumbres

¡Cuántas veces nos vuelve inconsecuentes la fuerza de la costumbre! Chis lo atestigua en el siguiente caso:

El instinto del friolero:

taparse con el faldón

de una mesa de brasero

con agosto en eclosión.