Hoy, el gran Alacrón vuelve con un aguijón suyo de los gordos. Pero tranquilos, este no escuece:
MEMEZ
Mana de minas de maná la rima
que con mi mano a mi manera domo,
menos hija de Apolo que de Momo
y hermana más del mal que de la lima.
Mamar la mama de Polimnia anima
a no temer qué nominar ni cómo;
me abandono su amor, su manto tomo
y afirmo memo: “mi mamá me mima”.
¡Amén!, sin el más mínimo problema
se llega al fin del verso que se teme
y ya es un mero monumento el poema.
¿Que cómo lo he matado? Limitéme
a amar mi musa y a mondar el tema
“qué hacer con un soneto y una eme”.