La letra D

Preguntas existenciales que se hace Viperino:

Mi raciocinio no abarca

por qué razón peregrina

la letra D, que es latina,         

es la D de Dinamarca.

Decir lo que se piensa

Este mal es de muchos, nuestro mal du siecle, a decir de Ponzoñón:

Dice siempre lo que piensa,
sin tapujos y a la cara,
y eso en sí no es una ofensa.
¡Pero si al menos pensara!

El arte y el mundo

Si hay algo que valga la pena en lo que ha hecho el hombre para cambiar el planeta Tierra, eso es el arte. Dice Filosón:

Desde el óleo de Altamira,
el hombre se ha dado cuenta
de que el arte es la mentira
que aquilata y acrecienta
el valor de lo que mira.

Humo del tabaco

¿Por qué nos seduce el humo del tabaco? Chis ha hallado la respuesta a las causas de este vicio:

La prehistoria del que fuma
ha de buscarse en los guiños
de vaho espeso y de bruma
que exhalábamos de niños.

Machismos modernos

¿Por qué en las películas las actrices salen en cueros y los hombres no? ¿Por qué las cantantes famosas deben ser explosivas y contonearse voluptuosamente en los vídeos, mientras que los cantantes salen decentemente vestidos e incluso se permiten el lujo de ser feos? Histeriador nos ilustra sobre esta nueva suerte de machismo:

La mujer, en el tumulto
de este mundo sin respeto,
ha pasado entre su insulto
de ser objeto de culto
a ser meramente objeto.

Epitafios de buenas intenciones

Tras mucho porfiar, Alacráneo ha conseguido que le ceda en exclusiva los viernes. Piensa deleitarnos con un epitafio semanal que, a la par que una sombría reflexión, nos arranque un escozor de narices. Muchos de estos epitafios no están dedicados a personas, sino a buenas intenciones fallidas, esas buenas intenciones de las que —dicen— está el infierno lleno:

Yace en este hueco helado

un no volverá a ocurrir

con corona de venado.                

¿Qué habrán querido decir?

Reencarnación de una araña

Vuelve el veneno a mi terrario. Y veneno con mayúsculas, en una gráfica explicación sobre la transmigración de las almas en la busca infructuosa del nirvana. Adelante, Alacrante:

Esa venenosa araña
que a todo bicho viviente
chupó la sangre con saña,
en su existencia siguiente,        
rebajada como ente,
fue político en España.

Lírica

Después de varios días de tósigos y hieles, nuestro alacrán más ingenuo, Candidalgia, nos da hoy el orden del perfecto aseo, el aseo que rejuvenece el alma:

Para mis dos manos gel,

para mi pelo champú,

aceite para mi piel

y para mis labios tú.

Volver del otro mundo a contarlo

Filosón, alacrán escéptico y desengañado, habla sobre una gran desventaja práctica del ateísmo:

Lo peor de ser ateo

es que, ya en el panteón,

si era cierta su opinión,

no disfruta del trofeo

de decir con regodeo:

«¿Lo veis? Tenía razón». 

Grandes inventos

Ponzoñón arroja alguna luz sobre algunas ideas equivocadas del progreso:

―¿Qué invención fue la mejor

del siglo veinte, señora?

¿A que fue el ordenador?

―No, señor, la lavadora.

Contar hasta un millón

Para los que no llegan a fin de mes dedica Chis este aguijón:

Mandó un maestro aprender
los números por entero
al hijo de un jornalero,
y él dijo sin comprender:

―¿Por qué aprender en mi atril
a contar hasta un millón
si en mi casa, don Ramón,
nunca llegan hasta mil?

Reconciliación

¡Ay, qué picarón este Histeriador!

En la reconciliación
entre amantes, ¿el perdón
es quien los lleva a la cama,
o es que las ganas de cama
les dan ganas de perdón?

Debilidades televisivas

¡Hay que ver qué salvajes eran los romanos, con sus combates de gladiadores! Y no nos miramos a nosotros, que disfrutamos con películas de Quentin Tarantino y con bazofias como el Gran Hermano y otras bolsas con la misma basura. Ponzoñón dice hoy una verdad como un templo:

Si transmitieran hoy día
combates de gladiadores,
mucho me temo, señores,
que la audiencia subiría
a un billón de espectadores.

La be y la uve

También Chis tiene su granito que aportar al problema (y digo problema, no tema) educativo. Es una ilustradora anécdota:

Ordenó a un niño el maestro:
—Escribe la letra uve.
Y él dijo: —Y eso, maestro,
¿se escribe con b o con v?

Patios

Ahora que ha empezado el instituto, Ponzoñón nos envenena con lóbregas reflexiones sobre el nivel educativo de España. A veces se pasa:

La diferencia entre el patio
de un colegio y de una cárcel
son las ganas de estudiar:
tienen más los criminales.

Leyendas de dos colores

Ferrán Núñez, un cubano de pro y, sobre todo, un auténtico hispano (recomiendo la lectura de su Diario de la Marina, visible en su Facebook), pidió a uno de mis alacranes algún aguijón más sobre la leyenda negra, bulo que ha hecho más daño entre los propios españoles que en nuestro prestigio foráneo como nación. Si alguien se ha creído las patrañas propaladas por Guillermo de Orange y su recua de pregoneros, hemos sido los españoles de ambos mundos, los de allende y los de aquende. Y es que deberíamos aprender de otros países, como Inglaterra y, sobre todo, Francia, experta en forjarse otra leyenda de glorias, crisoles culturales y europeísmos que también tiene sus adeptos y fervorosos creyentes. Alacrante se ha encargado de la pildorita:

Lo que más me desintegra
de Francia es que la muy franca,
junto a la Leyenda Negra,
creó su leyenda blanca.

Ya no existe la noche

Dedicado por Filosón al homo urbanus, especie incapaz de ver las estrellas:

Las ciudades han cambiado
con eléctrico derroche
el nocturno decorado
por ese día enlatado
que siguen llamando noche.

Leyenda negra

Si hay un país con mala fama, ese es España, contra quien holandeses, ingleses y franceses orquestaron en el siglo XVI una feroz campaña publicitaria de desprestigio que hizo tales estragos que todavía hoy es creída a pie juntillas, sobre todo por los propios españoles. Una propaganda similar sufren los Estados Unidos, a quien se achacan todos los males económicos, ecológicos y políticos de nuestro tiempo. Esta analogía entre los dos países fue muy bien vista por Philip W. Powell, un historiador norteamericano que denunció en un magnífico y recomendable libro las mentiras de la leyenda negra. Ved aquí la queja del castizo y vetusto Alacrónico:

Ayer se conoció a España
por su poder sin segundo.
Hoy es famosa en el mundo
por su tortilla. ¡Qué maña
para hacernos cascarilla
se dio el inglés y el francés.
¡Pardiez! ¡Eso sí que es
dar la vuelta a la tortilla!

Engañarlo como a un chino

Chis juega hoy a lo del colmo de los colmos:

―¿Hay una acción que más dañe 

el pundonor de un ladino 

que lo engañen como a un chino?

―Claro, que un chino lo engañe.

Paradojas numéricas

Como ya está bien de escatologías, Viperio quiere imprimir un giro a los últimos alacranes, mal que sea con una pamplina del siguiente calibre:

Protestó don Segismundo

porque, al pedir un primero,

el confuso camarero 

se lo trajo en un segundo.

Una propuesta

Atento a la deriva escatológica de la semana, Chis brinda hoy una propuesta a ciertas compañías. Espero que sea desatendida:

¿Por qué, si cada cosa es sometida
a un minucioso peritaje técnico,
igual que hay catadores de comida,
no hay probadores de papel higiénico?

Posturas

Como ayer la cosa fue de retretes y sus usuarios, he aquí una reflexión de Filosón sobre gustos humanos:

La postura que más place
es la postura fetal,
y la que más satisface
después de ésa, la fecal.

Leer en el baño

Viperio da un consejo que no está de más, del que deberíamos extraer la moraleja de que siempre debemos esmerarnos al escribir:

Sabiendo que son leídos
por millones de estreñidos
desde España hasta Perú,
¿no sería necesario
más esmero literario
en los botes de champú?

Lugares bucólicos

Alacrónico, siempre aferrado a la consigna de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Esta fue su impresión después de pasar por los extensos fresales de Huelva, protegidos bajo plástico:

Cuando vi plastificados
los fresales de estos prados,
supe que el locus amoenus
de los poetas pasados
había venido a menus.

Cruces

Chis pincha hoy sobre aquellos que ciframos nuestra esperanza en un espaldarazo de la suerte. Seguro que hoy algunos esperan ver cambiar su vida con la jornada futbolística:

―¿Cuál es su oficio? ―Hacer cruces.
―¿Talla cristos o hace esquelas?
―Mayormente hago quinielas.

Crecer

Una reflexión de Filosón sobre la madurez humana:

El bebé con veleidad
ríe o llora blando o duro,
luego avanzar en edad
no es hacerse más maduro,
es perder ductilidad.

Peine

Chis nos obsequia hoy con una juiciosa reflexión sobre un dicho de nuestro idioma:

Nadie en verdad se entera
de lo que vale un peine
hasta quedarse calvo
y ahorrar todos los meses.

Madrugar en septiembre

Para aquellos que, acostumbrados todavía al biorritmo veraniego, hallan un escollo invencible en cada madrugón, este consejo alacranado de Viperio:

El médico más famoso
dedicado con empeño
a los trastornos del sueño        
es el doctor Pérez Oso.

Puertorriqueños y catalanes

Hace un año conocí la existencia de un curioso y conmovedor movimiento ciudadano en Puerto Rico: el MRE, el Movimiento por la Reunificación con España. Sus fundadores persiguen el quijotesco sueño de volver a integrarse en España como nación. Puede sonar a alucinación, pero el movimiento es real, y no se funda en los añejos deseos de un grupo de castizos carcamales nostálgicos de las glorias españolas de antaño. Es un movimiento nacido en Puerto Rico e integrado por puertorriqueños de una generación joven y adulta. ¿Qué les lleva a marcarse ese propósito? Cuatro son los motivos que podríamos espigar.

En primer lugar, su indefinición como pueblo: pasaron de una identidad española forjada durante cuatro siglos a ser ocupados por el poderoso vecino del norte, que en pocas décadas impuso lengua, costumbres y sistema educativo.

En segundo lugar, el descubrimiento de una verdad histórica desvirtuada, manoseada y falseada por el país ocupante, que perpetuó los tópicos sobre la sanguinaria crueldad española que abanderó contra nosotros en la Guerra del 98.

En tercer lugar, su indefinición administrativa: ¿qué es eso de Estado Libre Asociado? Ni los propios boricuas lo saben. Dependen de Estados Unidos, pero no conforman un estado de la Unión: ni siquiera tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales; lo más que pueden hacer es enviar un representante al Congreso.

En cuarto lugar, su deseo de una mayor autonomía, concretamente en el terreno económico: los puertorriqueños ven en nuestras comunidades autónomas mayor libertad de acción que la que a ellos les concede Washington, que les prohíbe el comercio exterior; de hecho, una de sus consignas es la siguiente: Queremos ser la 18ª autonomía española, y aspiran a un estatus territorial semejante al del archipiélago canario, con quien se sienten singularmente identificados. Pese a lo utópico de su propuesta, alimentan una fe firme en crecer, darse a conocer y propagar su ideario, que no ideología. Conmovedor y sorprendente, ¿verdad?

Sin embargo, aunque José Nieves e Iván Arrache (dos de los principales impulsores de este movimiento ciudadano) consideren que su pequeña isla sería la gran beneficiada de la reunificación, pienso que los beneficiados seríamos los españoles, cuya identidad como país se ve tan comprometida en estos tiempos. Consignar la existencia de movimientos extranjeros que creen en lo español más que nosotros, ¿no sería un revulsivo para nuestra maltrecha esperanza como nación? Mis alacranes así lo creen, y Alacrante ha añadido en su aguijón una reflexión corrosiva sobre nuestra realidad nacional:

La cosa tiene bemoles.
¡Los catalanes, zahareños,
repudiando nuestros oles,
y algunos puertorriqueños
queriendo ser españoles!

Adiós a las vacaciones

Alacrón se hace eco hoy, en este fecha fatídica, del sentimiento de tribulación generalizado que embarga hoy los ánimos de tantos y tantos españoles. Sirva este aguijón suyo de estímulo positivo para el curro:

VUELTA DE VACACIONES

Como recobra sus fragancias finas
el cansado albañil cuando se baña;
como recobra sin comer lasaña
su risa un siciliano en las Malvinas;

como recobra el corazón en ruinas
sus ganas de vivir con la champaña;
como ha de recobrar un día España
a Cuba, Puerto Rico y Filipinas;

así recobraré mi desparpajo
ya que he cruzado la espinosa linde
que separa el verano del trabajo.

Mi valeroso pecho no se rinde:
regresará sin flaquear al tajo
(y a orar para que venga pronto el finde).