miércoles, 15 de junio de 2016

Un piropo

Muchos achacan a los piropos ciertas dosis de exageración que los hacen incurrir a veces en notorias falsedades. En el siguiente alacrán (que no lo es tanto), Chis sugiere a los enamorados requebrar a sus ninfas con este piropo certísimo y al que no podrá imputarse dosis alguna de hipérbole o impostura:

Fíjate tú si me empeño
en quererte sin sonrojo
que no puedo pegar ojo
a no ser que me entre sueño.


4 comentarios:

  1. No hay mejor profesional del piropo que el albañil de una obra. Ese es doctor en piropos.

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  2. Respuestas
    1. Y por el oído, que don Quijote se enamoró de oídas, según confiesa a Sancho.

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