viernes, 1 de septiembre de 2017

Coche

Hoy vuelve a llevarme el coche a trabajar. No quiero, pero él me lleva. Para befa y escarnio suyo, Alacrante le dedica este soneto (hago esta aclaración para que ninguno lo entienda como la estúpida alabanza que es en realidad):

Aunque mi coche sea un adminículo 
creado en realidad para el transporte,
y aunque la industria, en el sutil resorte 
publicitario de vender su artículo,

lo deifique de un modo tan ridículo, 
a veces es más fiel que la consorte,
y siempre hará que vuele y me conforte 
el hecho de ir montado en mi vehículo.

Por eso siento, al ir por la avenida, 
que voy con un amigo y que el asfalto 
está bajo mis pies como la vida.

Y siento que, aun estando un día falto 
de la ilusión de la mujer querida,
con él podré sentirme igual de alto.



5 comentarios:

  1. El coche es un espacio vital que nos permite aislarnos sin por ello abandonar la realidad.
    Salu2.

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  2. Igual de alto no soy frente a mi vehículo, pero a veces coincide con la imaginación el lugar donde llegamos. Saludos

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