Chis nos refiere una anécdota cotidiana en las casas donde hay niños y hay Nintendos:
Jugaba a la maquinita
un niño con toda el alma
y su madre, ya sin calma,
le gritó: «¡Me tienes frita!
Deja esa cosa maldita
y siéntate a comer ya».
Y el niño, que a punto está
de perder su última vida,
le dice: «¡Voy enseguida!
¡Cuando me muera, mamá».
Eso es la vida misma...No lo podías haber expresado mejor.
ResponderEliminarEs Videojugarse la vida.
EliminarVaya,talmente como si lo hubieras vivido en tus propias carnes,usjajaja
ResponderEliminar¡Hay que ver qué capacidad de imaginarme situaciones ajenas tengo!
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