martes, 31 de octubre de 2017

Digo lo que pienso

No es lo mismo ser sincero que ser deslenguado. Esa sutil distinción semántica no la entienden algunos que blasonan de sinceridad cuando lo que tienen es una pésima educación y desconsideración hacia el prójimo. Envenena Ponzoñón:

«Yo digo lo que pienso», nos subraya 
doña Qué Chula Soy con narcisismo, 
y suelta a tutiplén cada aforismo 
que al más pintado lo despinta y calla.

Quien no es capaz de mantener a raya 
su lengua, ¿en lo demás no hará lo mismo? 
Y quien equivocó en su catecismo 
las frases ser sincera y ser canalla, 

¿será persona o perro? ¿Ladra o piensa?
En fin, yo pienso que ¡maldita labia 
la que es no a hablar, sino a morder propensa!

Por eso, ¡zape! al que en hablando agravia, 
pues más que herir, dará una alergia intensa; 
más que opinar, nos pegará la rabia.


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