Ayer ocurrió algo extraordinario en mi terrario de escorpiones. Mientras hacía una limpieza a fondo, escarbé más de la cuenta en la gravilla y me topé con un fósil de alacrán. Lo más prodigioso ocurrió cuando lo lavé y rompió a mover las pinzas y clavar su aguijón en el aire. Tras arduas investigaciones, llegué a la conclusión de que se trataba de un ejemplar antiquísimo, quizá de varios siglos. Lo demuestra su arte de aguijonear, que tiene el aire quevedesco y a veces moralino de nuestros siglos áureos. Por su maravilloso anacronismo, lo he llamado Alacrónico:
Todos sabemos muy bien
que caíste, Mariquilla,
de tu virtud, pero ¿quién
te puso la zancadilla?
Aunque te pongan la zancadilla hay que levantarse...así una y otra vez...el hombre y la mujer (para evitar conflictos, jejeje ) es el ser que tiene esa fuerza para conseguirlo...
ResponderEliminarBuena lección de existencia.
Eliminar¿Todavía se sigue hablando de la "virtud"?
ResponderEliminarEs que Alacrónico es algo anacrónico.
Eliminar¿Virtud? Uf,eso cada día se ve menos, por desgracia,añado.
ResponderEliminarVirtud es ya una palabra anticuada.
EliminarLamentablemente cierto
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