Ayer fueron dos opciones de vida: reír y llorar. Según Ponzoñón, hay dos formas de ser: astutos y cándidos. Su aguijón va para los primeros:
Me encuentro chuchos muy pillos
cuando en esta vida briego
que, sin ser perros de ciego,
son un poco lazarillos.
En esta vida cruel
ResponderEliminarun poco Lazarillo
es menester ser
Gran verdad, y bien rimada.
Eliminar¿No hay una obra de teatro o algo así que se llama entre pillos anda el juego? Pues eso...
ResponderEliminarEntre bobos anda el juego: eso somos los demás, los que miramos a los pillos.
EliminarSi somos demasiados ingenuos nos las dan con queso...yo creo que la vida nos hace ser cada día mas Lazarillos...Que pena perded esa ingenuidad...
ResponderEliminarUnos los llaman aprendizaje, otros curtirse, y algunos estropearse, que es la verdad, creo.
EliminarEse alacrán de Ponzoño,
ResponderEliminarTiene un po-so de labriego.
y me enerva cuando: ! Coño!
No conjuga bien: "yo briego".
Lapsus linguae et calami. Mea culpa, no de Ponzoñón.
EliminarAsí tambien lo entendí
ResponderEliminarcuando ví la redondilla.
Y por eso corregí
ipso facto y sin rencilla
la perfecta ensaladilla
que gustoso me comí.
Versión 2
ResponderEliminarAsi mismo lo entendí
y por eso corregí
ipso facto y sin rencilla
la imperfecta redondilla
que gustoso me comí
Asimismo
ResponderEliminar(Lo siento)
O son muy gordos mis dedos
o necesito "quevedos".
Me quedo con la segunda versión, más cerrada, más escueta, más justa.
EliminarY ten presente, Avispo,
que yo soy el primero que me crispo
cuando de pronto advierto
mi yerro y mi tremendo desacierto.