Se compran jabones graciosos (no conocía la palabra "gachón", gracias) para lavarse pero no se utilizan por si se rompen, con lo cual vuelve uno al gel más barato, jajaja. Es como con las tazas: se compra una vajilla elegante y luego se compran tazas de plástico para que no se desportillen, jajaja.
También se compra uno la tele más grande, cara y compleja que existe en la tienda para ponerla en el salón y luego ve uno siempre la que tiene en la salita que es mucho más pequeña y mala...jajaja
Se compran jabones graciosos (no conocía la palabra "gachón", gracias) para lavarse pero no se utilizan por si se rompen, con lo cual vuelve uno al gel más barato, jajaja.
ResponderEliminarEs como con las tazas: se compra una vajilla elegante y luego se compran tazas de plástico para que no se desportillen, jajaja.
Así de extraños somos, como quien tiene el salón impoluto para que nadie entre. Somos una rara especie.
EliminarTambién se compra uno la tele más grande, cara y compleja que existe en la tienda para ponerla en el salón y luego ve uno siempre la que tiene en la salita que es mucho más pequeña y mala...jajaja
ResponderEliminarY la ropa más cara se compra para usarla en alguna boda o festejo ocasional. Luego se guarda.
EliminarPues a mí me parece muy mal usar los jabones cuquis;son de adorno y se ganan su indulto por monos. Ea!
ResponderEliminarUn comentario muy fallero, sí, señora.
EliminarMe siento fatal porque ahora mismo en casa estamos desgastando un osito de jabón que nos regalaron y ya no sabía donde colocar.
ResponderEliminar¡Qué crueldad! ¡Aaah, no quiero verlo!
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