En lo más escondido de nuestros jardines, viven unas criaturas llamadas Pikmin. Parecen plantas en el suelo, pero si los arrancas, ¡menuda sorpresa! Un ser diminuto y con ojitos curiosos te observa y, en virtud de tu impronta, te seguirá dondequiera que vayas, ya sea para buscar pequeños tesoros, ya sea para derrotar a temibles y monstruosos insectos. Tres capitancitos extraterrestres se han convertido en sus papás-caudillos: Olimar, Louis y Alph. Deben regresar a sus planetas desde este inhóspito astro llamado Tierra. Los Pikmin los ayudarán. Los hay rojos que resisten al fuego; azules que saben nadar; amarillos inmunes a los calambrazos; morados fortachones; blancos con un sexto sentido; Pikmin-roca muy resistentes; y Pikmin rosas voladores. Cuando veas por ahí una hoja verde, un capullo o una flor, ¿quién sabe si debajo no se esconde la cabeza de un Pikmin?
(A esto llega uno por contagio de sus hijos; y no solo yo, que la mitad de los peluches son obra de una madre maravillosa):
Rojo, amarillo, azul, blanco o morado,
con boca, con nariz o con orejas,
un pikmin sólo nace si lo dejas
un rato bajo el suelo bien plantado.
Cuando lo arranques, se pondrá a tu lado
e irá detrás de ti si de él te alejas,
con tal fe en ti que arrostrará sin quejas
cualquier peligro si se lo has mandado.
En su cabeza vegetal se aloja
un mundo tan enorme y tan pequeño
que brota fuera y se transforma en hoja,
luego en capullo. Y con olor risueño
culmina, para el alma que la coja,
en blanca margarita del ensueño.
Preciosos muñecos. Yo también tengo la casa tomada por una jauría de ellos...Saludos.
ResponderEliminar¿De los Pikmin?
EliminarSiempre les echamos la culpa a los niños....jajajaja
ResponderEliminarA los niños que hay en nosotros.
EliminarMuy buena compañía, desde luego.
ResponderEliminarNi punto de comparación con los zombis.
Estoy deseando que pase la moda de los libros zombis, las películas zombis, los juguetes zombis, etc.
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