viernes, 22 de diciembre de 2017

Finde

Ante la inminencia del sábado, Ponzoñón hace un diagnóstico ¿benévolo? de los sueños y metas marcados por la juventud:

La aspiración actual 
que hoy tiene la juventud 
se parece a la actitud 
del cristiano universal,
que es cifrar su principal 
meta en el fin de semana,
el primero con la gana 
de la santa comunión,
y el segundo con el ron 
para ambientar la jarana.





sábado, 16 de diciembre de 2017

Día festivo: Huellas de gorrión (2017), de Jesús Aparicio

Dijo Machado que la poesía era palabra en el tiempo. A pocos poetas puede aplicarse dicha definición con tanta justeza como a Jesús Aparicio, que en su libro Huellas de gorrión (Ars Poetica, 2017) reúne lo mejor de sus últimos quince años de labor poética. Cuando toda una obra se destila en el alambique de una antología, la esencia resultante refleja el par de obsesiones de toda una vida. El hombre que es Jesús Aparicio viene señalado por el estigma de la muerte y el paso del tiempo, que brotan de una estoica aceptación:

Una vida perdemos 
queriendo traducir esas señales
que nos han de llevar
—nunca engañados—
a la muerte.

De esa serenidad brotan definiciones tan certeras como contundentes de la existencia:

La vida es un paseo corto y accidentado
donde continuamente vamos perdiendo cosas
insignificantes, innecesarias,
como la vida misma.

A veces, la raíz del misterio invade la palabra de Aparicio y la empapa del onírico terror que estremece estos versos, que apelan a la raigambre barroca de nuestra concepción del paso del tiempo:

Como el humo de vela recién apagado,
como el rayo que no se entera del trueno,
como el que empieza un sueño y no despierta
así se fueron 
sus vidas.

Esta raíz ibérica de los poemas de Aparicio se hace ostensible en ciertas citas, como estos tres heptasílabos que reúnen a Manrique y Góngora:

Tan callando se van
mudando los cabellos
en gris, ceniza y nada.

Algunos poemas recrean (vuelven a crear) a Pessoa, a Lope, a Bécquer. Pero si hay una cita nuclear, es la que da título al primer libro antologado: Con distinta agua. El poder de la palabra se impone en la poesía de Aparicio al paso del tiempo y a la muerte. Su poder convocatorio ancla el fugitivo instante en el poema, que es eterno; pero a su vez, no se deja apresar, no se deja domar, como las mariposas que sirven de poema-proemio a la antología (No se dejan cazar las mariposas). Esa tarea de búsqueda y hallazgo se define en versos tan felices como estos:

El duende es caprichoso y nos exige
trabajar la mirada
para dar con la luz.

La impotencia para cazar las mariposas en cuyas alas vuela la expresión poética encuentra gráficas y novedosas formulaciones, como la que corona el poema Traspiés:

Cuando quiero y no puedo
me piso las palabras.

El poeta otorga a la palabra un poder redentor, salvífico:

Un tiempo a estrenar,
otra palabra, es posible.
No llueve, balbucea el agua sin ruido
desde esa raíz que espera
su nueva epifanía:
la de ser pájaro un instante.

Este optimismo se hace plenitud en la parte más gozosa de la antología, la integrada por los tres últimos títulos de Aparicio: La luz sobre el almendro (2012), La paciencia de Sísifo (2014) y Arqueología de un milagro (2017). La vida, la palabra permanecen más allá de la muerte, más allá del cambio. Es más, en el devenir reside la entraña de la eternidad, como expresa uno de los poemas más hermosos y significativos del libro, Un nido nunca muere:

Un nido nunca muere.
Se hace alma
con el alma del árbol
y lo arranca de sus límites
y despega buscando su otro sol
y lo conduce al agua primigenia
y cuando el tiempo da la vuelta…
ese pájaro que abre
por primera vez
sus ojos asombrados
acarrea en el pico la semilla
de lo que será 
un bosque.




lunes, 11 de diciembre de 2017

Se va acabando

Me encanta escribir, me fascina escribir, me mantiene vivo escribir. Poesía, teatro, novela… lo que sea, aunque mi aliento, mi oro, mi edén sea la poesía. Cuando escribo un poemario o redacto una novela, disfruto. Pero hay un momento en que la novela, de tan madura y casi acabada, empieza ya a incomodar, a quemar en las manos, y uno desea respirar el aire nuevo de un proyecto distinto: un nuevo relato, escribir poesía, tantear teatro. 

Comencé mi Almanaque de alacranes hace tres años, y desde él he propinado casi un millar de picotazos a los lectores que lealmente os habéis enganchado al veneno de escorpión. Mi Almanaque está a punto de caer del árbol: llegó a sazón hace tiempo y ya no hay rama que lo sostenga. Debo dejarlo caer en tierra y que ande su camino como obra completa y cabal. Ningún escritor soportaría la idea de una novela infinita; y si lo hay, no soy de su grupo.

Así que empiezo la gozosa y triste cuenta atrás, que acabará en veintiún días con la cifra de Scherezade. Filosón melancoliza:

Las plantas quieren moverse,
los peces quieren andar,
los cuadrúpedos erguirse
y el ser humano volar.



viernes, 8 de diciembre de 2017

Maricastaña

Alacrónico, que no se prodiga demasiado, nos visita:

—Por si alguno no lo sabe, 
me llamo Maricastaña
tatarabuela de España 
y arrugada al por mayor. 
Aunque el año en que vivía 
lo cita hoy día cualquiera, 
no calcula en qué era era 
ni el mejor historiador. 



jueves, 7 de diciembre de 2017

Picio

Escorporal vuelve a hablar después de mucho tiempo para darle la vuelta a la tortilla:

—¿Sabéis? Soy Picio, el gachó
más guapo del continente, 
pues el rostro más luciente 
siempre es más feo que yo.





miércoles, 6 de diciembre de 2017

Ha pasado un ángel

Alacrán de los silencios:

—Yo soy aquel ángel 
que batió las alas 
cuando en las reuniones 
faltaron palabras.



martes, 5 de diciembre de 2017

Pero Grullo

Ahora, una perogrullada de Viperio:

—Yo soy Pero Grullo
soy ese gran hombre 
que tiene el orgullo 
de haber dado nombre 
a grandes verdades 
tan ciertas de suyo 
que al término añades: 
«Es de Pero Grullo».


lunes, 4 de diciembre de 2017

Semáforos solitarios

Sigue la ronda de las cosas que pasan desapercibidas. Toma la palabra Filosón:

—¿Quién soy? Ese semáforo 
que aun a las tantas 
se pone en rojo cuando 
ninguno pasa. 
Y hasta algún coche, 
al verme, se detiene 
y hace el panoli.



domingo, 3 de diciembre de 2017

Primera vela de Adviento

Ya se vislumbra la primera luz (las velas de Adviento para niños, o sea, para todos):

Con esta primera vela
que te encendemos, Señor,
ponemos luz a la noche
y a las sombras resplandor.

Y preparamos la cuna
donde nazca nuestro Dios
en el pesebre blandito
de nuestro buen corazón.

Haz que ese pequeño fuego
sea en nosotros el sol
que ilumine nuestras almas
con los rayos del amor,

para que nuestra familia,
siempre unida en oración,
siga alegre a la estrellita
que a los Reyes alumbró.



sábado, 2 de diciembre de 2017

Día festivo: A la noche, de Lope de Vega

Una de las poesías más expresivas que se ha dirigido a la noche, a la noche explícita, a la noche sin adornos. A la noche. La firma Lope de Vega, gozador y sufridor de sus hechizos:

Noche, fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista
los montes llanos y los mares secos;

habitadora de cerebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos:

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya:
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.


viernes, 1 de diciembre de 2017

Visto y no visto

Candidalgia abre el cofrecito de las pequeñas cosas de la vida:

—Somos aquellos ojos que te vieron 
desde la ventanilla semiahumada 
de un autobús y, sin decirnos nada, 
tus ojos y los míos coincidieron 
¿cuánto? una décima fugaz y alada, 
la justa sin embargo 
que el chófer invirtió en pasar de largo.


La madre

Ponzoñón nos presenta a una de las madres más prolíficas de este mundo:

—Pues sí, yo soy la Gran Puta 
a quien la gente sin tino, 
cuando insulta a su vecino, 
tantos vástagos imputa. 
Me confieso disoluta 
y dada a besos y abrazos, 
pero ¿cuántos embarazos 
son precisos en mi abdomen 
para que ahora me tomen 
por mamá tantos pelmazos?