¿Habrá ocurrido alguna vez esta anécdota que refiere Chis?
Constipada al por mayor
había a mi lado una vieja
y va y me dice: «¿Me deja
un pañuelo, por favor?».
Se sonó y miró lo echado
con detenido interés,
plegó el papel, y a otro lado
se volvió a sonar después.
Y cuando ya se resuelve
a guardarlo en el abrigo,
me vuelvo a ella y le digo:
«Por favor, ¿me lo devuelve?».
Aaaagggg,qué ascazooooo!!!!
ResponderEliminarEs que eres demasiado escrupulosa.
EliminarNo creo yo que le pida nada a la señora....agghhhhh que ascazo....
ResponderEliminarPero si yo era dueño del pañuelo, ¿no había de reclamar lo que era mío?
EliminarVivan los kleenex de un solo uso. Aunque recuerdo con cariño los pañuelos que se guardaban mis abuelas en el puño del jersey o en un lugar impreciso cerca del pecho ( no se si axila o sujetador) aunque sin mocos jejjej.
ResponderEliminarReivindico el ecológico romanticismo de los pañuelos de tela, esos que dejabais caer lánguidamente las damas.
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