Histeriador dispara aquí un dardo contra aquellas que presumen de lo mismo que presume Tutankamón: de su buen estado de conservación:
¡Que atraviesen ya con flechas
la lengua de esas pesadas
que, en cuanto se habla de fechas,
nos preguntan encantadas:
—¿Tú cuántos años me echas?
Si se cuidaran tanto culturalmente como corporalmente otro gallo nos cantaría....
ResponderEliminarEs difícil consagrar la misma atención al espíritu que al cuerpo.
EliminarUnos 20 o 30 años,sin posibilidad de salida por buena conducta, grrrrrr
ResponderEliminarLo de veinte o treinta lo dirás por ti, ¿no, Susana?
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