Se les queda a todas la misma cara acartonada y los mismos labios morcillosos que en contraste con lo canijisimas que están hacen que, por lo memos yo, sea capaz de identificarlas a simple vista.
Una figura de cera resulta más viva y más humana. ¡Son los extremos a los que nos lleva ese culto desmedido por la juventud, que no es más que un periodo transitorio!
Los emperadores romanos tomaban veneno en pequeñas dosis para que su cuerpo estuviera acostumbrado a él en caso de que a algún "amigo" se le ocurriera envenenarlos.¿Lo harán estas señoras por lo mismo? ;oP
Hay que tener ganas y valor de inyectarse toxinas en el cuerpo....
ResponderEliminarY toxinas paralizantes como esa... ¡Qué repelús!
EliminarSe les queda a todas la misma cara acartonada y los mismos labios morcillosos que en contraste con lo canijisimas que están hacen que, por lo memos yo, sea capaz de identificarlas a simple vista.
ResponderEliminarUna figura de cera resulta más viva y más humana. ¡Son los extremos a los que nos lleva ese culto desmedido por la juventud, que no es más que un periodo transitorio!
EliminarHacerse picar por una avispa en los belfos consigue los mismos resultados y sale más barato.
ResponderEliminarPodríamos patentar ese método: las avispas nos lo agradecerían.
EliminarLos emperadores romanos tomaban veneno en pequeñas dosis para que su cuerpo estuviera acostumbrado a él en caso de que a algún "amigo" se le ocurriera envenenarlos.¿Lo harán estas señoras por lo mismo? ;oP
ResponderEliminar¡Será por eso, claro! ¿Cómo no había caído?
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