El perfecto bronceado
al que aspira quien se enlata
entre soles de hojalata
es color de pollo asado.
martes, 18 de agosto de 2015
Morenas
Ayer las prefirieron pálidas y evanescentes porque la piel morena era signo de bajeza labriega; desde que a los ricos les dio por tomar a finales del XIX baños de sol, se las prefiere morenas tirando a tiznadas, como dice aquí Ponzoñón:
El perfecto bronceado
al que aspira quien se enlata
entre soles de hojalata
es color de pollo asado.
El perfecto bronceado
al que aspira quien se enlata
entre soles de hojalata
es color de pollo asado.
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Cuando vamos a la playa y vemos a esas personas que lo único que hacen es tostarse al Sol por delante y por detrás, no puedo reprimir una muestra de horror al ver como se están churruscando voluntariamente su propio cuerpo....
ResponderEliminarSi los poetas de los veinte siglos anteriores levantaran la cabeza, quedarían horrorizados al ver en qué ha parado la blanca nieve del rostro de sus amadas.
EliminarNi tiznado ni cadavérico, digo yo.
ResponderEliminarIn media virtus. Pero entre un extremo y otro, me quedo con lo blanco, no con lo renegrido.
EliminarNi achicharrado ni blanco folio,que viene a ser mi colorcillo habitual. La verdad es que antes tampoco he sido yo de morenearme,pero desde que tengo niños...ni aunque quisiera
ResponderEliminarEn tu caso, morenearse es un lujo, no tanto de dinero como de tiempo.
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