¡Qué gran diferencia connotativa establece nuestro lenguaje entre adjetivos como viejo y antiguo! Para muestra, un aguijón (de Ponzoñón, el cáustico):
Un destrozo se tolera
si es de ruinas de otra era,
e incluso el polvo se alaba
si está en botellas de cava.
¡Y a un viejo no hay quien lo quiera!
¿Y nosotros qué somos?¿viejos o antiguos?....
ResponderEliminarComo dice la maestra de mi hijo mas pequeño, somos viejóvenes.
Eliminar¡Qué penita me ha dado! Este Ponzoñón ataca directamente al corazón
ResponderEliminarEs el alacrán más ponzoñoso.
EliminarLa cuestión es quitar de enmedio y ocultar todo aquello que nos recuerde nuestra fragilidad y debilidad frente al creador. Tapar el sufrimiento y la cruz.
ResponderEliminarOcultar que volveremos a ser dependientes y débiles y no todopoderosos.Es lo que nos predican en la sociedad actual...pero ese engaño solo llegó a a sufrir más.
Por eso que dices, arrinconamos también los hospitales a las afueras de las ciudades y desterramos los cementerios bien lejos de nuestra vista.
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