Con un calentamiento empieza todo,
la vida, el ser, y cuanto más te alejas
del núcleo, vas quemándote las cejas
para no tropezar y hundirte en lodo.
Caminas hacia el fin como un beodo,
y sordo a tus protestas y a tus quejas,
el mundo te calienta las orejas
con tal que vivas de este o de aquel modo.
La muerte te cocina a fuego lento
y te adereza sibilinamente.
Acabarás quemado, pero atento:
la tierra te dará, al hincarte el diente,
tu primer y tu último enfriamiento.
Moraleja: es mejor estar caliente.
Los calentones son buenos, siempre y cuando no sean del sol...
ResponderEliminarEsos son los buenos, sí, señor.
EliminarVerdad verdadera
EliminarSigo suscribiéndolo.
EliminarSin duda,mejor un calentón que un enfriamiento,¡dónde va a parar!
ResponderEliminarSuscribo tu opinión.
EliminarTotalmente de acuerdo...es mejor un buen calentón que un enfriamiento. Y a todo esto.....que calorrrr....
ResponderEliminarYa verás cómo luego te enfrías.
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