Tras una atenta y ponderada observación de las playas de julio y agosto, Ponzoñón ha concluido que la especie que más abunda es la clase media. La clase alta, inauguradora otrora de la moda de los baños de sol, frecuenta hoy en día caladeros más selectos:
La playa ahora está llena
de pobres a la deriva,
ahí tirados en la arena
con las palmas hacia arriba,
a poner la piel morena.
Clases medias e incluso bajas. No hay más que darse una vuelta por playas como La Misericordia o La Malagueta, en la que familias enteras evitan el Sol no bajo sombrillas, sino bajo carpas en las cuales traen su casa entera y no dejan ninguna comodidad atrás....Impresionante....
ResponderEliminarA esa escala, el ayuntamiento debería exigirles un permiso de construcción.
Eliminar¡Cualquiera pierde a los niños, a los abuelos y hasta al cónyuge!
ResponderEliminarAsí se hace uno una idea de lo que es vivir en ciudades comprimidas como Tokio, donde se hacinan nuestros congéneres como sardinas en lata.
EliminarAdoro la playa,con la gente pegada a ti,los niños pegados a ti,la arena pegada a ti,... ¡SOCORROOOO!
ResponderEliminarTodo lo malo se pega en esta vida, hija.
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