Hoy me han regalado un alacrán, un alacrán hembra (¿alacrana?) a la que encuentro demasiado dulce; más que envenenar, hace cosquillas. Mezclada en mi terrario con tanto ponzoñoso, la he tenido que bautizar como Candidalgia. No creo que se prodigue mucho, y veremos si llega a cumplir años:
Asa castañas
octubre en los rescoldos
de tu mirada.
Por cierto, ¡qué ojo más bonito! Tiene misterio, como los de la Virgen de Guadalupe.
Precioso el poema, sí señor. Pero el ojo no se ve.
ResponderEliminarGracias, Jesús. ¿Cuándo llegará el otoño?
EliminarDeseando estoy de poder comer castañas al abrigo de un radiador...pero este calor no se va....yo creo que los turrones nos lo comemos en manga corta....
ResponderEliminar¡Cómo lo sabes! ¡Con lo que a mí me gusta el otoño!
EliminarEl otro día compré medio kilo. A ver si mañana o pasado me pongo y las aso.
ResponderEliminarPor cierto ¿por qué ha elegido usted una foto tan... digamos... deprimente?
Pues le explico: digamos que, por razones técnicas, me vi obligado a elegir una foto de perfil de Google+ y, como me gusta tanto el barroco, me decanté por esa. Ya veré si, con más serenidad, busco una menos lúgubre (aunque también me gusta el Romanticismo).
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