Histeriador se ha dado cuenta de que, si alguna vez hubo guerra de sexos, el hombre la tiene perdida de antemano, y que le quedan pocos reductos donde descollar más que el sexo débil. Y es que estos últimos cien años han sido aquellos en que, como dijo el inconmensurable Jardiel Poncela, el sexo débil ha hecho gimnasia:
Al paso que la mujer
va imponiéndose al varón
casi en cada profesión
que se proponga emprender,
¿qué sitio le queda al toro
para atacar: no bajar
la tapa del inodoro
cuando acabe de mear?
Está claro que el futuro es de la mujer. Son audaces, constantes, luchadoras, fuertes, y un sinfín de adjetivos calificativos positivos que nosotros nunca conseguiremos alcanzar (por lo menos, todos a la vez). Eso sí, lo que nunca tendrán serán nuestra camaradería y comprensión que tenemos con todos nuestros compañeros del mismo sexo.... Eso jamás lo entenderán y no nos lo podrán arrebatar...jajaja.
ResponderEliminarCierto, José. Nos conformamos con poco, fruto de esa camaradería que gestaron nuestros años prehistóricos de cazadores que salían juntos a arriesgar sus vidas.
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