miércoles, 3 de agosto de 2016

La uve doble

Viperio, alacrán netamente ibérico, se indigna al consignar en el idioma de Cervantes un efluvio anglosajón que tumba. El otro día oí a un locutor hablar del precioso skyline que ofrecía el mar. De esta manera clavó la primera daga sobre las palabras horizonte y lontananza. No será la última. El mismo día otro periodista (son la décima plaga) afirmó estar en el backstage de un escenario teatral; no sé cómo ningún actor le lanzó un zapato desde bambalinas o bastidores. Pero ¿qué vamos a decir del español, cuyos eximios académicos, hace 47 años, decidieron acoger en su alfabeto una letra bárbara destinada únicamente a dar carta de naturaleza a una energúmena horda de barbarismos?

Vio la España de hoy Quevedo,
y al ver idioma tan noble
oliendo a whisky y a pedo,       
gritó alzándonos el dedo:
—¿Por qué aquí la u ve doble?


9 comentarios:

  1. Está claro que los que la aceptaron también debían pecar de modernos... Saludos

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    1. Pecar de modernos es un pecado con prestigio; pecar de antiguos es una barbaridad.

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  2. Con lo bonito que sería escribir güiski...Yo animo a hacerlo.

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    1. A mis alumnos los animo diariamente a lo de güisqui (a escribirlo, ojo).

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  3. Y encima los hay que creen que todas las w son iguales y pronuncian los nombre germánicos y eslavos como si fuese la "uau" inglesa. ¡wowos!

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    1. A mí me repatea oír hablar de Richard Huagner o del Huerther de Goethe, u oír llamar Huenceslao a los Wenceslaos.

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  5. Se ve que lo de ser moderno no es un mal exclusivo de los académicos actuales,ya los antiguos sentaron cátedra incluyendo una letra inexistente en nuestro vocabulario. Casi,casi peor que los "palabros", "culen",pechamen",etc En fin, resignación cristiana,que esto de la Real Academia "manda uebos"

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    1. Ensucia, trastoca y da pavor. Ese es el nuevo lema de nuestra eximia Academia.

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