Las inquietudes lingüísticas de Viperio trascienden con mucho las discusiones a veces bizantinas en que se enfrascan los filólogos a cuenta de peregrinos conceptos como sujetos, transitividades, prótasis, apódosis, etc. He aquí una deliciosa muestra de sutileza lingüística:
El pudor y el disimulo
que gasta la sociedad
nos hace decir el culo
siendo dos en realidad.
Una lectora de francés que tuvimos me preguntaba por qué se decía "buenas" en lugar de "buenos días" y no se decía "buenos".
ResponderEliminarC'est comme ça, le dije yo sin poderle dar otra explicación.
Así de incongruente es el lenguaje, como humano que es. Seguro que al esperanto no le suceden esas cosas.
EliminarViva el castellano..... es lo único que puedo decir.....
ResponderEliminarjajajajaja José con este comentario te has superado.Me encanta ¡Qué Viva!
EliminarA buen entendedor, pocas palabras bastan.
EliminarDaniel me tienes que explicar lo de que hay dos es la primera vez que lo escucho.
ResponderEliminarHombre, dos, lo que se dice dos... Lo que pasa es que, si nos guiamos por la analogía con otras partes del cuerpo dobles, como las orejas, las mejillas o los labios, nuestro trasero también se compone de una pareja. Me argüirás que el nombre de cada una de las partes es el de nalga o cachete; pero mi contrargumento apela también a otra parte del cuerpo que, siendo una como es la nariz, recibe sin embargo el nombre de narices en atención a sus dos fosas. Así que ¿por qué no decir los culos? ¡Quedaría tan expresivo...!
EliminarCon lo "hermoso" que yo lo tengo...si en vez de en singular lo llamara en plural acertaba más. Buaaaa!
ResponderEliminarEn ciertos lugares del cuerpo, la abundancia de carne no va en menoscabo del atractivo físico, verbigracia, el pompis.
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