Chis nos señala con este aguijón los peligros de entender las cosas al pie de la letra:
Leyó Juan con resquemor
el prospecto introductorio
de un procaz supositorio
que le prescribió el doctor.
Como aval de garantía,
afirmaba a los clientes:
Probado por cien pacientes
con éxito y mejoría.
Y él dijo: ―Pues por muy bien
que me siente este pirulo,
no me meto yo en el culo
lo que ha estado en otros cien.
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ResponderEliminarA un conocido, después de un un día intenso, lleno de emociones, le recomendaron que se tomara alguna pastilla para dormir.Como no tenía nada le dieron una caja empezada de valium de cino mlg. Al leer lo de valium cinco pensó que ese era el número de pastillas que había que tomar y se zampó las cuatro pastillas que quedaban. Al día siguiente le preguntaron cómo había dormido y contenstó que bien a pesar de haberse tomado sólo cuatro pastillas
ResponderEliminarA una pobre campesina que conocía mi padre le salió una úlcera en la pierna; fue a Málaga y le mandaron una pomada sin más explicaciones. Un día mi padre le preguntó cómo le iba con la medicina; y la mujer, que era de cortas luces, le respondió: «¡Ay, Miguel! No me está haciendo nada y, además, sabe a rayos: por más que la unte en pan, no hay manera de comerse eso».
EliminarY que no hayan inventado algo menos desagradable con todo lo que ha adelantado la ciencia.... Eso se derrite en mis manos antes de entrar...jajaja
ResponderEliminarMenos mal que es una vejación que nos infligimos en la intimidad.
EliminarEl peligro de tomarse las cosas al pie de la letra,Ajajaja
ResponderEliminarY el peligro de leer con demasiada atención los prospectos: mejor no hacerlo si uno no quiere asustarse.
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