Filosón, falto de realismo, nos propone aquí una serie de regalos lenticulares con los que aumentar la realidad. Y digo yo. ¿No sería mejor menguar la realidad y aumentar la fantasía? Lentes, lupas, telescopios, monóculos, anteojos, catalejos, microscopios... No nos basta con los propios y queremos otros ojos.
Para ello te recomiendo entonces la jugosa lectura de las Gracias y desgracias del ojo del culo, de Quevedo. A ver cómo ves las cosas a partir de ahora.
Es que, muchas veces, aunque tengamos dos ojos vemos con el tercer ojo...el del culete...Felices Reyes...
ResponderEliminarPara ello te recomiendo entonces la jugosa lectura de las Gracias y desgracias del ojo del culo, de Quevedo. A ver cómo ves las cosas a partir de ahora.
EliminarEstoy por comprarme una cámara de vigilancia para ver exactamente qué hago.
ResponderEliminarFabulosa y original idea, Diego: ¡una cámara para vigilarse a sí mismo!
EliminarMe encanta eso de "menguar la realidad y aumentar la fantasía",es una idea preciosa.
ResponderEliminar¡Y ojalá existieran gafas para eso!
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