domingo, 8 de febrero de 2015

Antipoesía

Viperio ha leído poesía moderna y se ha encontrado esto: «Mi huevo izquierdo cuelga más que el otro./Juntos testifican que soy un hombre/acabado e imperfecto, solitario/a pares. Celebro mis manos llenas/de corazón centrado y suspendido,/agradable peso de cuero y leche./Canto porque son dos ahora mis huevos». Le ha salido este alacrán de no sabe dónde:

Dijo un poeta antinorma:
―Soy un poeta maldito,
un hereje y un proscrito
que reniega de la forma.

Y pienso que hereje era,
porque sus versos torcidos
merecían ser prohibidos
o quemados en la hoguera.



8 comentarios:

  1. Jajajaja me ha encantado lo de los huevos.... Sí señor...si es que te superas cada día...Mi más sincera admiración querido amigo...

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    1. Me alegro, José, pero por si acaso desvinculo mi nombre de ese poema amoroso-huevil, que no es mío, sino de un laureado poeta actual cuyo nombre omito por respeto.

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  2. Los poemas cojoniles, chochiles, pichiles, tetiles,aniles y ventosiles tienen su gracia con los niños pequeños o en pequeño comité. Fuera de esos contextos me parecen patéticos.

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    1. Totalmente de acuerdo con usted, don Diego. Tienen su gracia, pero en otros contextos que no son el lírico, ni mucho menos.

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  3. Menuda "maravilla " de poesía,¡madre del amor hermoso! Yo,como soy muy burra, no comprendo que a semejante "cosa"(por no ponerle un nombre más feo)se le pueda llamar poesía. ¿Quemar los versos de un poeta que reniega de la forma? ¡ Como mínimo!

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