Ayer fue de astrólogos, y hoy de astrónomos. Pero este alacrán no se dedica sólo a astrofísicos, sino a todos aquellos que olvidan lo que tienen más acá de tanto mirar más allá. Tiene el sello de Filosón:
Ha visto estrellas a más
de un siglo luz, y quizás
ignore qué puede haber
dos centímetros atrás
del mirar de su mujer.
Ah, eso nos pasa a veces: preocupación por lo más lejano e indiferencia ante lo más cercano.
ResponderEliminarMal de poetas,
EliminarJesús.
Yo más bien diría mal de todos. Nos preocupa más lo de al lado o lo de más allá y nos despreocupamos de lo de acá. Arreglemos primero lo nuestro y con esa fuerza y confianza ayudemos a arreglar lo lejano.
ResponderEliminarComo dijo un héroe: «¿Cómo voy a salvar a la Humanidad si soy incapaz de salvar a una persona?». (Bueno, je je, la cita es de Los Caballeros del zodiaco).
EliminarLa luz de los planetas, en su recorrido hacia la tierra, va cargándose de energías según los espacios universales que atraviesa, y cuando llega a un lugar de la Tierra, según el plano de inclinación, la hora del meridiano y la estación del año, incide sobre la persona en cuestión dejándole una impronta única.
ResponderEliminar¡Si es muy fácil! ¡Cualquier pitoniso de la tele lo entiende!
Salu2 interplanetarios.
Si hablamos de astrólogos, me quedo con la frase de Calderón:
EliminarLa inclinación más violenta,
el planeta más impío
sólo el albedrío inclinan,
no fuerzan el albedrío.