¡Cuánto tiempo sin oír al tétrico de Alacráneo! Esperemos que vuelva a cerrar el pico por mucho tiempo, porque lo malo es que dice verdades como puños:
¿Qué son los hombres? ¡Bah! Nada:
esqueletos rebozados
en carne magra y salada
que el tiempo come a bocados.
Y cada vez esa carne es más magra.
ResponderEliminarPor eso hay que comer y engordar: para que a la muerte le cueste más trabajo despiezarnos.
EliminarSiempre se ha dicho que lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los cristianos ¿no?
ResponderEliminarEfectivamente, sobre todo para esos cuerpos bonitos que van por ahí.
EliminarEl tiempo es un cruel comensal,acaba hasta con los huesos
ResponderEliminarEs verdad: tiene un hambre más voraz que el más hambriento y desmayado de los hombres.
EliminarPues a mi me parece un anfitrión justo, a todos acaba poniendonos en nuestro lugar.
ResponderEliminarPulvis es et in pulverem reverteris.
EliminarPues a mi me parece un anfitrión justo, a todos acaba poniendonos en nuestro lugar.
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