En estos versos de Gabriel Insausti he encontrado una definición exacta (¡qué adjetivo tan inexacto!) para la poesía, cuya gran paradoja es la eternización de lo efímero en el bronce volátil del lenguaje. Es el misterio de la vida humana, el enigma de existir... en fin, lo que dota de magia a nuestros días. ¡Cómo puede decirse tanto en tan pocos versos!
Ese raro momento en que las cosas
y su nombre coinciden. Esa insólita
urgencia por salvarlas del olvido
que entonces se abre paso entre palabras.
Ese instante certero que trastoca
la luz de los objetos y nos muestra
su humanidad posible. Esa certeza
que después sobreviene recordándonos
cómo todo camina hacia la muerte.
Gabriel Insausti. Destiempo (2004)
Al final todo camina hacia la muerte.
ResponderEliminarComo la nieve, como la lluvia, como los ríos.
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