Sobre la dignidad de la calavera se ha escrito tanto… Resulta un ejemplo tan fehaciente de la vanidad de las pompas humanas (que esos somos, pompas de jabón que hacemos ¡pum!) que quién es Alacráneo para desmentir su muda exhortación a la adustez:
La calavera que dice
como me ves, te verás,
no lo dice por ascética:
es envidia y nada más.
Al final todos llegaremos a eso.
ResponderEliminarEspero que no nos retraten.
EliminarNada, nada, de aquí a cien años...
ResponderEliminar... arruinaremos a los peluqueros.
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