domingo, 18 de enero de 2015

La mujer de ayer y la mujer de hoy

Anoche fue sábado noche. No sé cuántas borracheras se cogieron, cuántos cuernos se pusieron, cuántas peleas se produjeron, cuántas muchachas se vendieron por una copa gratis. Esto último le llama francamente la atención a Histeriador, por lo que él llama no pérdida, sino desintegración de valores.

Ayer se amó a la mujer 
por virgen, casta y honrada.
Hoy si no está bien sobada 
no tiene nada que hacer. 


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