La gran atadura espiritual de nuestros tiempos son las redes sociales, de las que resulta bien complicado desligarse. Así lo atestigua el siguiente diálogo recogido por Chis:
—Ayer te estuve buscando
y no vi de ti señal
en ninguna red social.
—Sí, me estoy desenredando.
Madejas sociales, se deberían llamar.
ResponderEliminarMadejas, telarañas, laberintos y berenjenales sociales.
EliminarWhatsapp, facebook, tuiter, instagram, tuenti, viber, wechat, chaton, line, skype, mesenger, telegram, tango, snapchat......ahhhhhhh..... y no paran de crecer. Y lo peor es que en todas participo....Voy a dar un master en redes sociales...
ResponderEliminarMadre mía,José María,no conozco la mitad de las madejas(muy bien acuñado por Dyhego) que nombras.¿De verdad participas en todas? No sé si asombrarme o compadecerte,ajajajaja
EliminarJosé, si quieres, te doy aquí la dirección de Enredados Anónimos, que me han dicho que te desenganchan y son la mar de discretos.
Eliminarjajaja... me lo vas a tener que pasar....No os asustéis, que aunque tenga todas, las que más utilizo son dos...whatsapp y facebook. Las otras, aunque las tengo, no las suelo usar.
EliminarEntonces tu caso no reviste gravedad. Todos estamos así.
EliminarUfff yo creo que la adicción a redes sociales va a ser la más frecuente y dificil de curar porque el objeto adictivo está al alcance de todos,no cómo en otros casos que el objeto de deseo hay que ir a buscarlo.
ResponderEliminarDe hecho en muchas ocasiones tengo que poner coto y violentarme a mi misma y decir :ya está ,se acabó, apago el móvil. Y soy ,más menos que más, una adulta "responsable"
Es verdad. Tenerlas al alcance de la mano sin tener que ir a buscarla a sitios vergonzosos hace las adicciones móviles mucho más peligrosas. Y como los efectos perniciosos no son visibles a simple vista ni por parámetros médicos, cuesta mucho, muchísimo hacerse consciente de que se es adicto. Y si tú eres adulta y te cuesta, imagínate los jovenzuelos.
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