Hola Daniel. Como le dije a Jesús estoy enganchado con tus alacranes. Es imposible que siempre te salga algo insuperable pero muchos días lo logras. El de hoy me recuerda que mi mujer me contó que cuando estaba soltera al conocer a un hombre se finaba en si llevaba alianza, Si era así dejaba de mirarlo por estar fuera del mercado. Ella es una mujer tradicional como Dios manda. Después de veinte años sigue teniendo sólo ojos para mí y yo no lo entiendo.
¡Cuánto me alegra, Vicente, saber de ti! También me alegra tu adicción al veneno de alacrán. Y aún más me alegra saber que cuentas con la doble mirada que siempre ve mejor que nosotros.
Hola Daniel. Como le dije a Jesús estoy enganchado con tus alacranes. Es imposible que siempre te salga algo insuperable pero muchos días lo logras. El de hoy me recuerda que mi mujer me contó que cuando estaba soltera al conocer a un hombre se finaba en si llevaba alianza, Si era así dejaba de mirarlo por estar fuera del mercado. Ella es una mujer tradicional como Dios manda. Después de veinte años sigue teniendo sólo ojos para mí y yo no lo entiendo.
ResponderEliminar¡Cuánto me alegra, Vicente, saber de ti! También me alegra tu adicción al veneno de alacrán. Y aún más me alegra saber que cuentas con la doble mirada que siempre ve mejor que nosotros.
EliminarYo ya he llegado a una edad en la que no sólo miro el pecho.....sino algo más....jejeje
ResponderEliminarEs que se van los ojos, José, es que se van...
EliminarLógico.
ResponderEliminarSalu2 de supertramp.
Y muy ilustrador de nuestra doble naturaleza.
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