miércoles, 10 de septiembre de 2014

Os presento a un nuevo alacrán: Escorporal. Es un pedazo de bicho, con unas pinzas como dos tenazas, cuyo único afán son los sinsabores y esclavitudes a que nos somete el barro de que estamos hechos: un cuerpo diez, bajo su aguijón, no llega al aprobado; para él, el régimen que nos impone el dietista es siempre un régimen totalitario; y frente a los cirujanos plásticos, prefiere los de carne y hueso. En fin, todo un resentido de la estética. Para muestra, un botón:

Encontrar una mujer 
que no esté a dieta es por cierto 
más arduo que no toser 
en la pausa de un concierto.


6 comentarios:

  1. Eso no existe.....¿una mujer que no esté a dieta?...eso es imposible encontrarlo.....al igual que una mujer que se pea....jejeje

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    1. José, ¿acaso pones en duda que la mujer posea un cuerpo glorioso (en los dos sentidos)?

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  2. Daniel:
    Creo que tanto las mujeres como los hombres, siempre tenemos una dieta y un recado que hacer.
    Salu2 con reca2.

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    1. Es verdad, Diego. Pero las modas convierten a unas en más esclavas que a los otros.

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