Mañana 23 de enero se cumplen 124 años de la muerte de uno de mis poetas: José Zorrilla. Vilipendiado, denostado y ninguneado por la crítica de hoy, Zorrilla es un inmenso poeta, que supo como pocos percibir la musicalidad del verso castellano. Imaginativo, colorido, sensual, exuberante, se le puede acusar de quedarse en el adorno, aunque este defecto, paradójicamente, se alaba en Rubén Darío como virtud. Ya lo dice el refrán: Más vale caer en gracia que ser gracioso. Truene lo que truene, Zorrilla será para mí uno de los grandes, siquiera por el mérito de haber sido en mi adolescencia uno de los faros que me atrajo hacia el maravilloso puerto de la literatura. Vaya, en su homenaje, este fragmento de su Don Juan, la réplica que hace doña Inés a los famosísimos (entre los de la LOGSE, no) requiebros de don Juan:
Callad, por Dios, ¡oh, don Juan!,
que no podré resistir
mucho tiempo sin morir
tan nunca sentido afán.
¡Ah! Callad por compasión,
que oyéndoos me parece
que mi cerebro enloquece
se arde mi corazón.
¡Ah!, me habéis dado a beber
un filtro infernal, sin duda,
que a rendiros os ayuda
la virtud de la mujer.
Tal vez poseéis, don Juan,
un misterioso amuleto
que a vos me atrae en secreto
como irresistible imán.
Tal vez Satán puso en vos:
su vista fascinadora,
su palabra seductora,
y el amor que negó a Dios.
¡Y qué he de hacer ¡ay de mí!
sino caer en vuestros brazos,
si el corazón en pedazos
me vais robando de aquí?
No, don Juan, en poder mío
resistirte no está ya:
yo voy a ti como va
sorbido al mar ese río.
Tu presencia me enajena,
tus palabras me alucinan,
y tus ojos me fascinan,
y tu aliento me envenena.
¡Don Juan! ¡Don Juan!, yo lo imploro
de tu hidalga compasión:
o arráncame el corazón,
o ámame porque te adoro.
Yo no puedo concebir el día de todos los Santos sin el Don Juan. Aunque parecía que esto se iba a ir perdiendo en el tiempo, lo cierto es que cada vez resurge con más fuerte. Gracias a Dios.
ResponderEliminarYo tuve la gran fortuna de ver como los versos de Zorrilla te engrandecían y como se llenaba tu boca cada vez que hablabas del Don Juan en el día de todos los Santos. Gracias por transmitirme esa belleza con tu entusiasmo e ilusión. Que grande eres.
Es la belleza la que nos hace grandes y mejores, y gracias a Dios, está al alcance de quien quiera acercarse a ella.
EliminarEso son palabras enamoradas, vaya que sí.
ResponderEliminarNi una enamorada podría expresarlo mejor.
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