¡Cuántas veces hemos perdido un objeto —casi siempre un libro— en el momento en que, una vez prestado a un amigo, este se lo prestaba a otro! Alacrante ha hallado un nombre para este género de generosidad:
El que presta los enseres
que un amigo le ha prestado
debería ser llamado
generoso por poderes.
Jajaja. Muy bien pensado.
ResponderEliminarLo malo es que el prestador original no da su consentimiento.
EliminarGeneroso en diferido, como dijo aquella impresentable.
ResponderEliminarSon dos bonitas formas de llarmarlo, sí.
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