Como el yin y el yang, el alfa y la omega, el blanco y el negro. Todo en este mundo tiene su complemento perfecto. Y como no podía ser menos, el hombre y la mujer, con todas sus perfecciones e imperfecciones.
Eso será en el mejor de los caso,porque me temo que la mayoría de las veces no solo no dicen lo mismo sino que o no se enteran de lo que dice el otro o dicen todo lo contrario
Ahí reside el atractivo de esa conjunción: en que la mujer para el hombre y el hombre para la mujer siempre serán un misterio y un reto que hay que descifrar.
Como el yin y el yang, el alfa y la omega, el blanco y el negro. Todo en este mundo tiene su complemento perfecto. Y como no podía ser menos, el hombre y la mujer, con todas sus perfecciones e imperfecciones.
ResponderEliminarLo dulce y lo fuerte dan sabores insospechadamente jugosos.
EliminarEso será en el mejor de los caso,porque me temo que la mayoría de las veces no solo no dicen lo mismo sino que o no se enteran de lo que dice el otro o dicen todo lo contrario
ResponderEliminarAhí reside el atractivo de esa conjunción: en que la mujer para el hombre y el hombre para la mujer siempre serán un misterio y un reto que hay que descifrar.
EliminarTan de cerca que, a veces, hasta los defectos del uno pasan al otro.
ResponderEliminarDos que duermen en el mismo colchón...
Eliminar